Tras la caída de ese fuerte prestamista californiano, el viernes, Wall Street afrontaba dos preguntas claves: ¿cuántos bancos sucumbirán? ¿cuáles serán los próximos? Pero los optimistas insisten en que el sector corre mucho menor peligro que a fines de los 80 y principios de los 90, cuando cerraron más de mil instituciones cubiertas por la agencia del seguro federal a depósitos (Fdic en inglés). Eso sucedió durante la crisis en el sistema de ahorro y préstamo para vivienda y costó rescates por US$ 125.000 millones. Ahora, una crisis originada en malas hipotecas implica, hasta el 30 de junio, unos US$ 440.000 millones en depreciaciones y liquidaciones de activos.<br />
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En esta fase de la crisis iniciada hace casi un año, las dificultades crecen entre bancos locales. Según estimaciones privadas, unos 150 de 7.500 bancos podrían caer este semestre y los dos siguientes. Otros cerrarán sucursales o se fusionarán para sobrevivir.<br />
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Todos intentan detectar las entidades al borde. Así señala la consultoría Ladenburg Thalmann, que difundió este fin de semana su propia lista de bancos en apuros. Sus expertos se hacen una tercera pregunta: ¿cómo afectará esa fase de la crisis a la economía?<br />
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Por cierto, muchos inversores están sobre ascuas desde que la Fdic intervino IndyMac, unas de las mayores firmas nacionales de ahorro y préstamo. Con activos por US$ 32.000 millones, esta ex división de Countrywide Financial –líder en su segmento-, es la primera falencia en más de veinte años.<br />
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Por otra parte, mientras el gobierno de George W.Bush lidia con Fannie Mae y Freddie Mac, se espera una serie de balances trimestrales y semestrales, procedente de los principales conglomerados financieros de Estados Unidos. Sus números pueden ser inquietantes. Si ir más lejos, el destino de Fannie y Fred es vital para bancos, cooperativas de crédito y compañías de ahorro y préstamo. En conjunto, poseen US$ 1,3 billones en título emitidos por ambas hipotecarias paraestatales. Si estos gigantes entran en cese de pagos, los bancos deberán reunir miles de millones adicionales.<br />
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Los bancos y forma de valores grandes no tambalean –ya lo han hecho bastante-, pero algunos quizá declaren nuevas depreciaciones contables de magnitud. Pero el tiempo se agota para prestamistas chicos y medianos. Hay uno hilo común a todos: el colapso inmobiliario. Por hoy, apenas seis entidades locales han zozobrado, inclusive IndyMac. En 1994, la Fdic calificaba de problemáticos 575 bancos. En agosto de 2007, eran sólo noventa, pero faltaba precisamente IndyMac.
Bancos chicos y medianos, posibles candidatos a falencias
Mientras los precios de viviendas siguen licuándose y cunde la insolvencia hipotecaria, las autoridades se preparan para otra andanada. En este caso, docenas de bancos locales pueden caer en doce a dieciocho meses. IndyMac fue un mal signo.