<p>Con Ford Motor desplomándose 27%, para el resto se anticipan declinaciones superiores a 14% en agosto. Esto equivale a un declive acumulado inédito en la industria desde la recesión de 2001. Hasta ahora, las estimaciones oscilan entre -14 y -19% respecto de un año atrás. Algunos expertos estiman factible, no obstante, un promedio algo inferior al –16% de julio.</p>
<p>Por otra parte, la demanda continúa reflejando el desplazamiento hacia vehículos más chicos y económicos -en cuanto al consumo de nafta- que la media usual en Detroit. Camionetas y sedanes grandes atraen cada mes menos compradores en Estados Unidos y Canadá. Tampoco les va muy bien a los coches de lujo y semilujo.</p>
<p>General Motors, Ford Motor y Chrysler, todavía muy ligados a modelos grandes y camiones, proseguirán siendo los más perjudicados por las nuevas tendencias. Toyota Motor, número uno mundial y segunda por venta de coches en EE.UU., esta vez mostrará una baja. Honda Motor presenta un sesgo poco claro, mientras Nissan-Renault se destapó con +15% en ventas.</p>
<p>Las ventas automotrices son un indicador temprano sobre demanda del público en el resto de los grandes sectores económicos estadounidenses. Máxime porque nadie se anima a predecir si el aumento anual del PBI en el segundo trimestre (un modesto 1,4%) se mantiene este trimestre y el siguiente.</p>
Agosto: por décimo mes, bajan las ventas en Detroit. Ford cae 27%
Según la mayoría de analistas sectoriales, no hay incentivo que valga. Ni los intentados para colocar utilitarios deportivos ni precios como para el personal en el caso de General Motors- vence, la reticencia del público norteamericano.