Objetivamente, las clase alta y media alta, la renta financiera –que no genera valor agregado- y el consumo suntuario “dejan un margen imponible inexistente en el resto de la economía. Los norteamericanos que ganan más de US$ 300.000 anuales deben tributar más”, afirmó Gates.
Por supuesto, esta concepción progresista –tabú entre círculos conservadores de todo el hemisferio- también presupone gravar paulatinamente más a las todavía desmesuradas remuneraciones a ejecutivos medios y superiores. Por lo mismo, “determinados gastos no deben excluirse del presupuesto ni recortarse”.
El fundador y presidente de Microsoft estaba de visita en la universidad George Washington y eligió esa tribuna para apoyar las ideas progresistas de Barack Obama. Pero, curiosamente, se ubicaba a la izquierda de Timothy Geithner (va a hacienda), Lawrence Summers (será asesor económico del presidente) y, especialmete, Paul Volcker, un ortodoxo admirado en Wall Street, aunque no por la mayoría de legisladores demócratas.
Las futuras medidas de goberno, sostuvo el filántropo, “deberán ofrecer un nuevo retrato de la sociedad norteamericana y sus valores. Los planes presidenciales para relanzar la economía real y recrear empleo dependerán del gasto público” Por ello, “sería un error permitir que los actuales riesgos recesivos lleven a sacrificar inversiones de largo plazo. Hay que encarar ambas dimensiones al mismo tiempo”.
Objetivamente, las clase alta y media alta, la renta financiera –que no genera valor agregado- y el consumo suntuario “dejan un margen imponible inexistente en el resto de la economía. Los norteamericanos que ganan más de US$ 300.000 anuales deben tributar más”, afirmó Gates.
<p>Por supuesto, esta concepción progresista –tabú entre círculos conservadores de todo el hemisferio- también presupone gravar paulatinamente más a las todavía desmesuradas remuneraciones a ejecutivos medios y superiores. Por lo mismo, “determinados gastos no deben excluirse del presupuesto ni recortarse”.</p>
<p>El fundador y presidente de Microsoft estaba de visita en la universidad George Washington y eligió esa tribuna para apoyar las ideas progresistas de Barack Obama. Pero, curiosamente, se ubicaba a la izquierda de Timothy Geithner (va a hacienda), Lawrence Summers (será asesor económico del presidente) y, especialmete, Paul Volcker, un ortodoxo admirado en Wall Street, aunque no por la mayoría de legisladores demócratas.</p>
<p>Las futuras medidas de goberno, sostuvo el filántropo, “deberán ofrecer un nuevo retrato de la sociedad norteamericana y sus valores. Los planes presidenciales para relanzar la economía real y recrear empleo dependerán del gasto público” Por ello, “sería un error permitir que los actuales riesgos recesivos lleven a sacrificar inversiones de largo plazo. Hay que encarar ambas dimensiones al mismo tiempo”.</p>
<p> </p>