Hoy, la crisis que enfrenta el sistema económico estadounidense es mayor que la de los peores días de aquella estanflación. En un reciente artículo de opinión que difundió el New York Times, George M. Taber, ex director de Time y autor de aquella nota de tapa, vuelve a formular y contestar la misma pregunta…. 29 años más tarde. <br />
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En aquel artículo de 1980 Taber citaba al economista Robert Lekachman, de la universidad de Nueva York diciendo desde su posición ligeramente de izquierda que “el factor central de la economía del momento era la disminución de la vitalidad del capitalismo y los capitalistas. En el lado opuesto del espectro político, Lee Iacocca, entonces presidente de Chrysler, decía que “la libre empresa se había ido al diablo”. <br />
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En este nuevo artículo sobre el mismo tema Taber dice que aún coincide con la conclusión a que había llegado en el primero, que textualmente decía: “A pesar de todos sus defectos y necesarias reformas, el capitalismo tiene la fuerza más dinámica y más creativa que haya descubierto cualquier civilización: el poder del individuo libre y ambicioso."<br />
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Según Taber, los años que pasaron entre la primera crisis y la actual fueron dos décadas de capitalismo glorioso. Estados Unidos gozó de un crecimiento sin precedentes, poca inflación, poco desempleo y grandes innovaciones. Y en el mismo período muchos otros países liberaron sus economías. China empezó en 1978 e India comenzó por el mismo camino a mediados de los 80. También en los 80 el colapso de la Unión Soviética condujo a abrir las economías de los países de Europa Oriental. <br />
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Pero en cada país el capitalismo asumía características propias al incorporar la historia y la cultura nacional y combinar de manera particular la participación del Estado con la iniciativa privada.<br />
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El modelo de capitalismo estadounidense, en esencia y en su mejor expresión se acerca, según Taber, a las teorías expuestas por Joseph Schumpeter, el economista checo nacido en 1883 quien expuso, en “Capitalismo, socialismo y democracia” (1942) su concepto de “destrucción creativa”, una teoría basada en trabajos anteriores de Mikhail Bakunin, Friedrich Nietzsche y Werner Sombart. <br />
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Destrucción creativa significa que en el capitalismo, las viejas empresas establecidas con el tiempo van perdiendo dinamismo y se atrofian bajo una capa de burocracia y complacencia. Es entonces cuando los <em>entrepreneurs</em>, casi siempre con pocos lazos con el pasado, introducen ideas frescas y audaces para nuevos productos, técnicas de fabricación o distribución y desplazan a las anteriores. Casi siempre este proceso es destructivo y también creativo. Este ciclo de vida empresarial se repitió infinidad de veces en diferentes áreas. Ford fue innovadora a principios del siglo 20, pero en los 70 llegaron las automotrices japonesas y superaron no solamente a Ford sino a todas las demás nacionales. Sears Roebuck dominó el mercado del retail en Estados Unidos en los 50 hasta que llegó Wal Mart y la eclipsó. En los 60 IBM era la reina de las computadoras <em>mainframe</em>, pero en los 80 Apple y Dell introdujeron la computadora personal. <br />
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Para Schumpeter, la innovación y los <em>entrepreneurs </em>son la fuerza que da vitalidad y crecimiento a la economía. ¿Qué les toca a los gobiernos? Pues fomentar políticas que alienten a los emprendedores a ir adelante con sus habilidades.
Los entrepreneurs y la destrucción creativa
Luego de años que combinaron estancamiento con inflación, en Estados Unidos estalló una crisis a finales de los 70 que derrumbó la productividad y llevó a las nubes las tasas hipotecarias y los préstamos a la pequeña y mediana empresa. En mayo de 1980, la revista Time preguntaba en su tapa ¿Está funcionando el capitalismo?.