<p>Dicho de otro modo ¿existían facultades de emergencia capaces de capear la tempestad? Justamente Geithner hizo la pregunta que su jefe, Benjamin Bernanke, no se animaba a formular. También se encargó de responderla: “No. Debemos solicitar al Congreso poderes para garantir todas las acreencias del sistema bancario”.<br />
La propuesta fracasó velozmente, porque el resto la estimaba “políticamente insostenible, pues sería una pesada carga de billones sobre los contribuyentes”, señalaba Michele Davies, subsecretaria de hacienda. En otras palabras, el gobierno republicano tenía trepidaciones que, después, su sucesor demócrata echó por la borda, con el OK de Barack Obama, Bernanke y Geithner, ahora titular del Tesoro y abogado de banqueros en dificultades. <br />
Hasta hoy, el funcionario niega haber tratado el tema en esa reunión. Pero Paulson mismo siguió ese camino a partir del megarrescate por US$ 700.000 millones dispuesto en octubre. Ese mundo supera ya los 2,5 billones. Paso a paso, fue armándose un programa mediante el cual el Tesoro y la RF han asumido un papel sin precedentes en el sistema financiero.<br />
Solventado por fondos públicos, intenta salvar a malos banqueros de sus propios errores. Su corolario, por el momento, son las pruebas ácidas sobre diecinueve entidades de primera línea, cuyos resultados recién se conocerán el 4 de mayo. <br />
Durante este proceso, Geithner ha sido clave en la arquitectura de rescates. Ya parte de un selecto club de amigos, “es el más proclive a pagar las factura de bancos comerciales y bancas de inversión”, sostiene Rodgin Cohen, prominente abogado de Wall Street. Pero, poco a poco, viene formándose otro club, esta vez de críticos que consideran a Geithner como continuador de Paulson (ex operador de Goldman Sachs, cabe recordar) y a Bernanke como nexo entre ambas gestiones. <br />
Legisladores, economistas –dos de ellos premios Nobel-, analistas financieros y ex colegas de la RF afirman que los rescates generan un sector muy atado al dinero de los contribuyentes. Si algunos congresistas todavía no presionan abiertamente por el despido de Geithner es para no poner en aprietos políticos al propio Obama. Esto quizá no dure: investigaciones parlamentarias entre banqueros y operadores muestran a Geithner en estrecha sintonía –desde hace años- con el negocio financiero.<br />
Sin embargo, los lazos entre Wall Street, el Tesoro y la RF neoyorquina no son cosa nueva y el presidente no puede ignorarlos. Por ejemplo, Gerald Corrigan y William McDonough, ex secretarios del Tesoro, se convirtieron en banqueros de inversión . William Dudley (sucesor de Geithner en la RF) proviene de Goldman Sachs, igual que Paulson.</p>
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Lazos que forjó Geithner con el club de Wall Street
En junio de 2008, mientras se sufrían largas turbulencias en los mercados, Henry Paulson (entonces secretario del Tesoro) reunía a autoridades y reguladores. El problema central era cómo encarar la crisis. Geithner presidía la Reserva Federal de Nueva York.