En lo atinente a asistencia financiera, los de Detroit la definen como “urgente”. A su vez, analistas europeos sostienen que eso implica la intervención directa del gobierno federal alemán. Entretanto, Washington impone a GM presentar un plan de saneamiento cuyo plazo vence el 1º de junio. <br />
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La situación del grupo es crítica. Las pérdidas de 2008 sumaban US$ 31.000 millones y el primer trimestre de 2009 añade 6.000 millones. Sin incluir fondos estatales otorgados en diciembre (US$ 13.400 millones). En otras palabras, las pretensiones de Henderson pueden darse de bruces con el título XI de la ley estadounidenses para concursos y quiebras. <br />
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No obstante, el acosado director ejecutivo cree que saldrá airoso de la doble prueba en término. Pero Karl-Teodor Guttenberg, ministro alemán de economía, tiene un plan propio, a aplicar si Opel pide la bancarrota amparándose en la legislación germana, no en la norteamericana. <br />
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Allegados a la canciller Angela Merkel sostienen que el ministro “está en contacto con un inversor y existe una iniciativa concreta. Una tercera opción consistiría en transferir temporariamente a un fideicomiso la parte de GM en Opel. Esto contempla que un consorcio bancario gestione un crédito puente. <br />
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Sea como fuere, Fiat es el principal interesado en Opel y Suzuki: ha elevado una propuesta de fusión con la primera a los estados de Hesse y Renania-Palatinado, accionista de la subsidiaria. Tanto los italianos como la otra interesada (la austrocanadiense Magna) excluyen una intervención directa de Berlín. Por su parte, Henderson no quiere tocar el tema de Daewoo, la filial surcoreana. <br />
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GM: la minoría en Opel y fondos frescos de Berlín
Mientras presiona por garantías y fondos públicos para la firma alemana, Frederick Henderson director ejecutivo de General Motors- estima que habrá acuerdo para fin de mes. Pero pone otra condición: participación minoritaria en el futuro paquete.