<p>Entre propietarios residenciales con hipotecas, a fin de agosto un récord de 7,6% se había retrasado por lo menos treinta días en las cuotas, algo más que el 7,3% de julio. Se trata del cuarto avance seguido; una morosidad con tendencia a crecer. Hace un año, el nivel era 4,9% y, en igual punto de 2007, no pasaba de 3,45%, aunque la crisis del sector datase de un año antes.<br />
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Por su parte, la tasa de insolvencia en malas hipotecas (disimulada por el eufemismo “subprime”, ago así como “no preferidas”) alcanza 41%, contra 39% en cada uno de los cinco meses previos. Al correlacionar el dato con las bancarrotas entre el público, se deduce que los propietarios siguen presionados, pese a signos de confianza en el propio mercado inmobiliario.<br />
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Los pedidos de quiebra en agosto superan 32% los registrados a septiembre de 2008, cifra algo inferior al 35% de julio. Según ECB, no obstante, los retrasos hipotecarios no impiden que la gente se mantenga al día con otras deudas. En efecto, la proporción de tarjetas de crédito en mora de sesenta días o más cedió en agosto por tercer mes consecutivo.<br />
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Ello puede reflejar aversión al riesgo entre emisores de tarjetas. Este factor y los intereses leoninos que se cobran por retrasos han disminuido 19% respecto de hace un año la masa de dinero plástico en circulación. Al mismo tiempo, los topes al crédito emitido bajó US$ 721.000 millones, vale decir a 3,6 billones. En cuanto a nuevas tarjetas, cayeron de 4.700.000 en julio de 2008 a apenas 2.600.000 en junio pasado.<br />
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Nuevo récord de insolvencia hipotecaria en los EE.UU.
El desempleo todavía en alza (9,7% en agosto) sigue elevando la morosidad inmobiliaria. Esto puede, a su vez, promover quiebras individuales y embargos de viviendas, sostiene un informe de la consultoría Equifax Credit Bureau.