<p>La curiosa decisión surge justamente cuando la principal banca de inversión en Wall Street (“Government Sachs”, la llaman los demócratas) está como nunca metida en intrigas políticas. Sus máximos ejecutivos y los cabilderos legislativos mejor pagados del país presionan para frenar o modificar las reformas financiera y del seguro médico, hoy en el Capìtolio. <br />
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El comité de acción política de GS reveló este lunes que la firma no ha solicitado este año al personal un centavo para operaciones parlamentarias y su caja no llega siquiera a US$ 25.500. Fuera de Estados Unidos, pocos saben que los empleados de grandes empresas y bancos suelen ser inducidos a cofinanciar los <em>lobbies</em> patronales.<br />
Al mismo tiempo, rivales de GS como Morgan Stanley, JPMorgan Chase o Bank of America están entregando a sus cabilderos institucionales millones de dólares para aportes políticos, indican datos de la <em>Securities & Exchange Commission </em>(SEC, comisión federal de bolsas y valores). Eso incluye aportes del personal que, en teoría, no son obligatorios.<br />
¿Por qué GS –que ha estado años exportando ejecutivos a la administración pública: el último fue Henry Paulson- de pronto ya no les pide contribuciones a sus empleados y operadores? Hilando fino, algunos recuerdan que Barack Obama, “bête noire” de Wall Street, dio vuelta todo apelando a Internet para recaudar en su campaña. Esto puede haber tornado anacrónicos los métodos convencionales.<br />
Un grupo de legisladores más escépticos tiene otra interpretación: GS probablemente crea que ya tiene toda la influencia necesaria. Por otra parte, la gestión de Paulson y otro ex hombre de la misma banca (Neel Kashkari, a cargo entonces del programa pro alivio de activos tóxicos, TARP) resultó contraproducente para la imagen de la compañía.</p>
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GS suspende sus aportes a la dirigencia política
La ex firma de valores, actual banco, es legendaria por su desmedida influencia en Washington. Sin explicaciones, acaba de congelar su poderosa maquinaria de recaudar fondos para campañas electorales de ambos partidos, pero mayormente republicanas.