lunes, 23 de diciembre de 2024

El tiempo de los autos eléctricos

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Es bastante probable que la gente reemplace máquinas que usan combustibles fósiles por modelos recargables, ecológicamente limpios. Vehículos electrificados en diversas formas esperan en un futuro. Pero ¿cuánto les llevará ganar dinero a quienes inviertan en el sector?

<p>Tres expertos de McKinsey &ndash;Russell Hensley, Stefan Kunpfer, Dixon Pinner&ndash; explican qu&eacute; suceder&aacute;, particularmente en Estados Unidos.</p>
<p>Los pesimistas hablan de decenios. En los pr&oacute;ximos 10 a&ntilde;os, el precio de un h&iacute;brido (nafta-bater&iacute;a, por caso) exceder&aacute; el de un veh&iacute;culo convencional en varios miles de d&oacute;lares. La diferencia se deber&aacute; fundamentalmente al costo de desarrollar unidades capaces de recorrer considerables distancias entre recargas, y al precio de las propias bater&iacute;as. <br />
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Por otra parte, la infraestructura para recargar un gran n&uacute;mero de veh&iacute;culos a&uacute;n est&aacute; por tenderse en Estados Unidos. Tampoco la industria dispone de instalaciones para producir bater&iacute;as en masa. En todo caso, la gente no clama por sedanes h&iacute;bridos. <br />
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Los optimistas, en cambio, apuestan a los Gobiernos estadounidense, chino y europeos. Suponen que la inquietud por el acceso a hidrocarburos importados, sus precios y las emisiones contaminantes obligar&aacute; a Washington, Beijing o Bruselas a buscar soluciones parciales. Por ejemplo, incentivos al p&uacute;blico &ndash;subsidios, desgravaciones&ndash; para pasarse a h&iacute;bridos. De hecho, varios pa&iacute;ses ya lo hacen.<br />
En algunos, como Israel, los autos electrificados son econ&oacute;micamente viables debido a substanciales desgravaciones impositivas. Am&eacute;n de ello, el bando optimista abarca innovadores y nuevos modelos de negocios para tornar m&aacute;s atractivos esos veh&iacute;culos.<br />
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Tarde o temprano, los h&iacute;bridos remontar&aacute;n vuelo y alterar&aacute;n profundamente varios sectores. Compartir&aacute;n calles y rutas con otras opciones verdes, entre ellas biocombustibles y hasta motores de combusti&oacute;n interna m&aacute;s eficientes. Mientras tanto, los coches h&iacute;bridos transformar&aacute;n la industria automotriz, sus servicios y la de bater&iacute;as (que podr&aacute; volverse un negocio multimillonario). <br />
Las oportunidades son grandes y variadas. En el corto plazo, determinar&aacute;n los ingresos y c&oacute;mo contener costos. M&aacute;ximo si el Gobierno de turno resuelve estimular la compra de veh&iacute;culos electrificados.</p>
<p><strong>Funcionando a electrones</strong><br />
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La econom&iacute;a de los h&iacute;bridos comienza con las bater&iacute;as recargables, cuyo precio viene declinando a raz&oacute;n de 6 a 8% anual y seguir&aacute; haci&eacute;ndolo durante los pr&oacute;ximos 10 a&ntilde;os, a medida como suba la producci&oacute;n. Los paquetes b&aacute;sicos cuestan hoy alrededor de US$ 700 a 1.500 por kilovatio/hora. Pero pueden ceder hasta US$ 420 kv/h hacia 2015.<br />
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Aun as&iacute;, el precio de los autom&oacute;viles continuar&aacute; alto. <br />
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Los analistas de McKinsey estiman que, para entonces, un h&iacute;brido a bater&iacute;a con un alcance de 60 kil&oacute;metros por carga valdr&aacute; inicialmente US$ 44.000, o sea 11.800 m&aacute;s que un coche convencional. Un veh&iacute;culo con 150 km de rango costar&aacute; US$ 55.000, 24.000 sobre el precio normal. Los subsidios pueden acotar la diferencia. China cubrir&aacute; US$ 8.000 de los costos de cada h&iacute;brido adquirido por grandes municipios (omnibuses) o flotas de tax&iacute;metros.<br />
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Innovar tambi&eacute;n puede limitar costos. En el marco de la helioenerg&iacute;a, por ejemplo, SunEdison fabrica, financia, instala y mantiene paneles para clientes dispuestos a usar su tecnolog&iacute;a. La empresa les cobra luego una tarifa inferior a la del servicio el&eacute;ctrico pero superior a la del costo de generaci&oacute;n. Este modelo puede adaptarse a insumos automotores. <br />
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Para seducir compradores, los autos electrificados deber&iacute;an ser m&aacute;s baratos de operar que los convencionales. La brecha entre el costo por vida de un coche a combusti&oacute;n interna y un h&iacute;brido depender&aacute;, por un tiempo, de la diferencia entre el litro de nafta, el precio de la bater&iacute;a y el costo de recarga. <br />
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La eventual proliferaci&oacute;n de veh&iacute;culos electrificados tambi&eacute;n requerir&aacute; una infraestructura de estaciones para recarga. En China, la red estatal acelera planes para emplazar estaciones en al menos tres de las mayores urbes de ahora a 2011.<br />
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Se necesitan adem&aacute;s inversiones en capacidad productiva de autos. Beijing, cuya meta es un mill&oacute;n de unidades h&iacute;bridas anuales en tres a&ntilde;os, destina US$ 1.400 millones a investigaci&oacute;n y desarrollo. EE.UU. ha comprometido US$ 2.000 millones en est&iacute;mulos para fabricar bater&iacute;as y 25.000 millones v&iacute;a programas para incentivar a las automotrices para reequipar l&iacute;neas y adaptarlas a las producci&oacute;n de veh&iacute;culos m&aacute;s eficientes, electrificados inclusive. <br />
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Por supuesto, existen varias razones para que el p&uacute;blico se resista a adoptar h&iacute;bridos. La distancia entre recargas es una. En un nivel m&aacute;s importante, estos coches depender&aacute;n del ritmo de acciones oficiales, tales como encarecer la nafta y el gasoil, reducir costos de fabricar, comprar u operar veh&iacute;culos electrificados.</p>
<p><strong>Prepararse para el futuro</strong><br />
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No tiene mayor sentido tratar de predecir cu&aacute;ntas unidades de un tipo u otro estar&aacute;n en las calles en determinado a&ntilde;o. Median demasiados factores impredecibles.<br />
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Un Gobierno puede empezar promoviendo activamente autos h&iacute;bridos y, m&aacute;s tarde, perder ingresos tributarios si los usuarios gastan menos en combustibles convencionales. &iquest;Aceptar&iacute;an legisladores en EE.UU. o la UE sacrificar recaudaci&oacute;n necesaria para financiar obras p&uacute;blicas en aras de controlar el clima? Si no &iquest;c&oacute;mo se transfiere la carga impositiva al nuevo combustible; por ejemplo, la electricidad? <br />
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Por lo dem&aacute;s, los veh&iacute;culos electrificados representan tecnolog&iacute;as incipientes. Resulta prematuro anticipar tasas de adopci&oacute;n en diversos segmentos sociales o la evoluci&oacute;n de costos. Pero hay un par&aacute;metro &uacute;til: los autos electrificados se afirmar&aacute;n en el mercado cuando 10% de todos los veh&iacute;culos sean h&iacute;bridos o similares. Esto significa ventas totales en EE.UU.-UE de entre 6 y 8 millones anuales hacia 2020, porque repercutir&aacute;n en sectores claves. <br />
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Los coches electrificados son una creciente amenaza para las actuales automotrices. Centradas en el motor de combusti&oacute;n interna y la transmisi&oacute;n como componentes b&aacute;sicos, desde hace tiempo tercerizan muchos otros elementos. En un mundo donde los veh&iacute;culos dependen de electrones, no de hidrocarburos, las empresas del viejo orden deber&aacute;n reinventarse para sobrevivir.<br />
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Sin embargo, la preexistencia puede ser tambi&eacute;n una fortaleza estrat&eacute;gica sectorial, pues involucra escala, marcas, canales, redes de distribuci&oacute;n y capital.<br />
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Por otra parte, los h&iacute;bridos abren oportunidades para automotrices subsistentes y pueden contribuir a afrontar normas sobre emisi&oacute;n de gases contaminantes cada d&iacute;a m&aacute;s estrictas y evitar sanciones. Las compa&ntilde;&iacute;as asentadas tambi&eacute;n superan a sus nuevas competidoras en plantas, cadenas de abastecimiento y desarrollo de modelos.<br />
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Obviamente, las viejas empresas deben comprender claramente c&oacute;mo priorizar I+D y definir una cartera de plataformas tecnol&oacute;gicas. Desde h&iacute;bridos hasta bater&iacute;as o autos de motor convencional. Las automotrices han de considerar la propia evoluci&oacute;n de negocios. &iquest;Deben instalar estaciones de servicio o dejar que terceros sean propietarios de la red de recarga? &iquest;Deben los procesos de inteligencia o de datos residir en la infraestructura de recarga o en los veh&iacute;culos?</p>
<p><strong>Bater&iacute;as </strong><br />
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En un contexto donde seis a ocho millones anuales de usuarios opten por veh&iacute;culos electrificados, la venta de bater&iacute;as puede sobrepasar los US$ 60.000 millones a valores de 2008. Por ahora, sus fabricantes obtienen altos m&aacute;rgenes de utilidad v&iacute;a bases qu&iacute;micas diferenciadas que permiten controlar costos, desempe&ntilde;o y seguridad.<br />
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No obstante, quienes producen bater&iacute;as afrontan muchos problemas. A medida como crece su capacidad, las c&eacute;lulas &ndash;componentes b&aacute;sicos de las bater&iacute;as&ndash; se convierten en meros insumos, como otras partes automotrices. El valor agregado se transfiere de la qu&iacute;mica celular a los sistemas empaquetados. <br />
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Considerando los recursos requeridos por sus funciones, los fabricantes de bater&iacute;as deben fijarse si poseen los instrumentos t&eacute;cnicos para ir escalando capacidades a lo largo de plataformas, modelos, derivados, etc. Aun en el corto plazo, ya no le es posible al sector dejar cuestiones por resolver. <br />
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Por ejemplo, proteger patentes contra piratas. Hay un caso singular: un fabricante de bater&iacute;as distribuye sus procesos patentados en varias plantas chinas, con lo cual reduce el riesgo de que ex empleados le faciliten la &ldquo;receta&rdquo; a competidores.</p>

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