<p>El martes, la conferencia pasó del nivel técnico al ministerial y, el jueves, debiera incluir jefes de estado o gobierno. Pero varios observadores ponen en tela de juicio esta última fase. Pese a que circula otro borrador, nuevamente más genérico y menos comprometido, nadie se confiesa optimista.<br />
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La danesa Konstanze Hedegard, presidente del encuentro, reveló que ese texto “tiene demasiados puntos en blanco y no augura nada bueno para la cumbre en sí”. Especialmente para el primer ministro Wen Jiabao y Barack Obama, cuyos equipos estaban lejos del acuerdo.<br />
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Así, el norteamericano Todd Stern le ha confirmado a su colega chino que su gobierno no acepta siquiera prorrogar el protocolo de Kyoto (1997), virtualmente hundido por Estados Unidos, Japón, Rusia y otros. Tampoco hay consenso para un contralor internacional de emisiones, punto que –de paso- pone en evidencia la debilidad de la Unión Europea, plagada de disensos.<br />
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Al borde de la desesperación, el usualmente calmo secretario general de la ONU, el surcoreano Ban ki-mun, sugirió a los participantes “apuntarse con el dedo unos a otros y no esperar una solución mágica de última hora”. Más pragmático, el ex vicepresidente Albert Gore –alma de Kyoto hace doce años, propuso archivar Copenhague y volver sobre el asunto en México (julio).<br />
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Sin aparatosas cumbres ni grescas entre dirigentes políticos, esta misma semana Bagdad ofrece un espectáculo cifrado en la fuente misma del efecto invernadero: los hidrocarburos. Irak subasta derechos a explotar crudos y gas natural. Se trata del país que, hasta la loca invasión de George W.Bush en 2003, fuera tercer exportador mundial. En otras palabras, mientras Copenhague zozobra, Bagdad -fuerte emisor de dióxido de carbono- abre paso a nuevos negocios contaminantes.</p>
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Paradoja: cumbre en peligro y puja por el petróleo iraquí
En Copenhague, Estados Unidos y China rompen lanzas poniendo en serio riesgo la reunión. Varios hablan ya de un fracaso de hoy al viernes. Por el contrario, Bagdad abre una competencia mundial entre empresas por explotar hidrocarburos.