<p>La explicación es simple. China contiene 1.315 millones de habitantes en 9.600.000 km2, frente a 127.200.000 japoneses en 377.800 km2. Poco más que la provincia de Buenos Aires, Alemania o Malasia. Donde sí brilla Beijing es en la serie histórica: desde 1990 (US$ 400.000 millones) a 4,9 billones el año último, sin prisa ni pausa si se toman guarismos anuales. Volviendo al PB per capita, China figura recién 104 en la lista mundial, muy por debajo de Japón, que está en el puesto vigésimotercero.<br />
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Por supuesto, Asia en general –no sólo las zonas este y sudeste- eludió los cimbronazos de una crisis sistémica, pero no global sino limitada a Occidente. No obstante, 2009 fue un año difícil y el PBI chino pasó de crecer 9,6% (2008) a aquel 8,9%.<br />
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Como se ve, la tendencia de fondo continúa positiva y puede deparar poco más de 10% en 2010. Si no lo hace, es porque el banco central enfrió la oferta de crédito subiendo los encajes.<br />
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Ma Jiantang (oficina nacional de estadísticas) no formuló opiniones sobre ubicación internacional de su economía. Algunos analistas occidentales la definen como segunda del mundo, en lugar de Japón. Pero otros se empeñan en poner la Eurozona justo tras Estados Unidos o la Unión Europea como primera, aun sobre EE.UU.<br />
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Son gestos poco serios. La UE es un conjunto de países con diversos grados de desarrollo lejos de la unificación, sin siquiera moneda común. En cuanto a la Eurozona, sus miembros han adoptado el euro, pero Gran Bretaña sigue autoexcluida y aferrada a una moneda apenas local, la libra esterlina. <br />
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En verdad, ¿China pasó a Japón como segundo PBI?
Si se trata de producto bruto interno, Beijing ostenta US$ 4,9 billones en 2009 (+ 8,9%), contra 4,6 billones de Tokio (-6%). Pero, por habitante, eso se invierte ¡y cómo!: US$ 38.450 en el Sol naciente y 3.260 en el Reino del medio. Casi doce a uno.