<p>El bloque conocido como Carabobo 1 fue asignado a la estatal PDVSA (60%); Repsol (11%); Petronas, de Malasia (11%); y la india ONGC (11%) y India Oil Corp. y Oil India Ltd (cada una con 7%). <br />
Carabobo 2 no fue asignado a ninguna empresa, y Carabobo 3 fue para PDVSA (60%); Chevron (34%) y un grupo de empresas japonesas el resto.<br />
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Cada uno de estos dos consorcios invertirá US$ 15 mil millones, cifras muy importantes. Lo que se invertirá en los bloques de Junín (intereses chinos, rusos e italianos) eleva la suma total proyectada de inversion hasta US$ 75 mi millones.<br />
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Será necesario construir refinerías especiales para procesar el petróleo pesado. El gobierno venezolano ha dado algunos beneficios especiales a los inversionsitas, pero siempre sobre la base de la presencia hegemónica de PDVSA.<br />
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La intención oficial es duplicar la producción diaria de petróleo de 3 a 6 millones de barriles para 2016. De estos nuevos yacimientos se espera que algunos de ellos estén en funcionamiento pleno para 2013. Para muchos observadores, esta estimación puede ser demasiado optimista.<br />
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Lo que alienta a gobierno y empresas es que la recuperación de petròleo de estos barros con hidrocarburos ha pasado de 10% a 40% gracias al avance tecnológico.</p>
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Países emergentes quieren el petróleo pesado de Venezuela
La Faja Petrolífera del Orinoco es uno de los reservorios de hidrocarburos más grandes del mundo. El reciente llamado a licitación para asignar áreas (la ronda Carabobo) junto con los bloques petroleros de Junín, es el mayor desarrollo para la industria en mucho tiempo. Hay un largo trecho todavía hasta que los nuevos pozos estén en explotación.