<p>Algunos analistas asocian este convenio, ignorado en el río de la Plata, con la necesidad de sobrevivir, más que con una estrategia de esfuerzos mutuos. Por ejemplo, no se dice nada sobre la división Citroën, absorbida en Peugeot, años atrás, por orden del gobierno francés.<br />
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No se descartan otras sorpresas en el escenario de Europa occidental, donde ya Fiat-Chrysler planea arrebatarle la hegemonía a Volkswagen-Audi. En realidad, el primer puntapié del partido lo dio el pacto entre Daimler, ex accionista de Chrysler, y la alianza Nissan-Renault.<br />
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Sólo faltaba un matrimonio de Peugeot con Bayerische MotorWerke, otrora British Motorworks (el popular Mini Cooper nació en la primera BMW y paso a la segunda). Los franceses abandonan por el momento el proyecto con Mitsubishi, cifrado en el Mazda: lo bloquea un convenio con Ford Motor que expira recién en 2015.<br />
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A favor de la compañía muniquesa obra un factor: es casi la única europea ajena a la ola de fusiones y adquisiciones. En Milán la llaman “la bella del bosque durmiente” Pero, en verdad, Fiat misma había hecho una tentativa en 2009. Por el contrario, existe desde enero un preacuerdo entre Peugeot y BMW por el motor Euro-6, probable sucesor del naftero hoy común a la marca francesa y el Mini Cooper (hay 1.300.000 en marcha), a introducirse en 2014.</p>
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Despunta sobre el horizonte una alianza Peugeot-BMW
Al parecer, se trata de combinar fábricas de vehículos chicos y lujosos. Pero la clave reside en el costoso desarrollo del motor Euro-6, señala el preacuerdo firmado por el alemán Norbert Reithofer y el francés Phillippe Varine.