<p>Nadie querría beberla. Sin embargo, a pesar de que huele más a playa escocesa que a una delicia gourmet, el agua de mar está a punto de convertirse en el último ingrediente obligado en las cocinas del Reino Unido.</p>
<p>El nuevo producto, que se llama Acquamara y está hecho a partir de agua de mar purificada de las islas Hébridas Exteriores (que, junto con las Hébridas Interiores forman un archipiélago en la costa oeste de Escocia), se venderá en botellones de tres litros a £4,95 (libras esterlinas). El argumento de venta: aumenta el sabor de pescados y mariscos en todo tipo de platos. Se dice que es la primera botella en el mundo que se orienta hacia el mercado culinario.</p>
<p>Su creador es Andy Inglis, ex funcionario de la ONU que ahora vive en Dunbar, East Lothian, quien hizo el lanzamiento oficial el domingo 31 de mayo en el Festival Gastronómico de Edinburgo. Admite que a mucha gente le parecerá un disparate pagar casi 5 libras por algo que se puede encontrar en forma natural.</p>
<p>En Roma, el diario La Reppublica se hace eco de la noticia y pregunta: “¿Pagaría usted 6 euros por algo que se puede tener gratis? Si la respuesta es sí, un audaz emprendedor escocés podría haber encontrado una mina de oro inacabable.”</p>
<p>"Probablemente muchos crean que es una desfachatez de mi parte, pero si mi desfachatez permite crear empleo en las Hébridas, entonces estoy feliz de ser un caradura”, dijo.</p>
<p>Acquamara proviene de las aguas alrededor de la islita de Berneray, en las Hébridas, donde se la extrae del mar y se la pasa a través de un filtro que le saca arena e impurezas. Luego se la pasa a unos tanques y de allí a una embotelladora cerca de Dunbar. Certificada como apta para beber según los estándares de la Comunidad Europea, saldrá a la venta en cajas parecidas a las de vino.</p>
<p>Obviamente nadie espera que los consumidores la beban. Pero la esperanza de Andy Inglis es que los restoranes de lujo y ciudadanos privados comiencen a usarla para cocinar, en especial para hervir pescados y mariscos.</p>
<p>"Nosotros vivimos junto al mar”, explicó Inglis el domingo, “por eso se me ocurrió cocinar algunas cosas en agua de mar y no podía creer la diferencia que significaba en cuanto a sabores. Era increíble. Entonces comencé a averiguar si era viable como negocio y hablé con gente de la industria que pensaban que era posible."</p>
<p>Inglis no es el primero en haberlo pensado. Noma, el restaurante de Copenhague nombrado el mes pasado el mejor del mundo en el ranking anual de la revista "Restaurant", ofrece desde hace tiempo langosta en agua de mar entre los platos de su menú. El agua de mar como ingrediente de cocina figura en los más antiguos manuales de gastronomía. Nadie, hasta ahora, había pensado en embotellarla y venderla.<br />
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Agua de mar embotellada para cocinar
Andy Inglis, ex funcionario de la ONU, quiere transformar el océano en su mina de oro: el líquido, depurado y puesto a la venta a 6 euros, sirve para preparar pescados y mariscos. “Así la podrán usar también quienes no viven en la costa