<p>“Esas concesiones en realidad no fomentaron el gasto de esos sectores y sí la especulación bursátil. Pero -señala Paul Krugman, Nobel 2008- hicieron a los republicanos dependientes de George W.Bush, aun después del fracaso en Irak”. Ahora, Barack Obama necesita reconquistar a los progresistas y lanza una “campaña de medio mandato” algo tardía.</p>
<p>Esta iniciativa arranca chocando con pésimas noticias de la guerra en Afganistán y Pakistán. Entretanto, el fin de las vacaciones estivales desencadenará otra batalla parlamentaria entre demócratas y republicanos. Los segundos siguen atados a la pesada herencia de Bush en lo bélico y en lo tributario.</p>
<p>En los papeles, las exenciones impositivas datan de 2001/02, terminarán de agotarse en septiembre de 2011 y han beneficiado al 2,3% de la población que declaraba réditos superiores a US$ 250.000 anuales. La inminente decisión obedece al objetivo de “ir achicando el déficit real en el largo plazo”, señaló el presidente que, reforma financiera en mano, acusó a la oposición de ser “el partido de los ricos y, como tal, responsable del gigantesco rojo acumulado entre 2001/02 y 2008/09”.</p>
<p>Por el contrario, el poder ejecutivo tiene intención de “prorrogar las desgravaciones tributarias para familias que ganan hasta US$ 200.000 anuales”. Este tipo de propuestas tiene un móvil claro: tres encuestas hechas durante julio le son desfavorables a Obama; especialmente la última, de Gallup, que le asigna apenas 36% de imagen. Pero hay un detalle: la intención de voto es soslayada en los tres sondeos, hábito de los encuestadores profesionales, que necesitan vender sus planillas a tirios y troyanos.</p>
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Obama terminará de deshacer la trama impositiva de Bush
De ahora a mediados del ejercicio 2010/11, los demócratas dejarán sin efecto las exenciones fiscales que los republicanos otorgaron a los contribuyentes de altos ingresos. Esto acaba con ocho años de generosidad para las clases alta y media alta.