Hacktivistas se vengan de Master Card y Visa
La coalición pirata dio su primer golpe explícito: trastornó durante horas el sistema que procesa pagos de MasterCard. Justamente al arrancar la temporada de fiestas. Esto se extenderá a otras compañías que bloquean a WikiLeaks.
9 diciembre, 2010
<p>Un subgrupo activistas llamado “Anónimos” está al frente del primer ataque orgánico, bautizado “operación venganza”. Al mismo tiempo, hordas de defensores adictos a Julian Assange cortaban por lapsos diversas páginas Web de compañías que cortaron sus nexos con WikiLeaks. Las acciones incluyen a Visa –su homepage quedó muda casi una hora-.<br />
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Mientras se intensifican las hostilidades de Washington al sitio, por sus infidencias estratégicas, lo mismo sucede con el apoyo en línea a Assange y WikiLeaks. En general, los “hacktivistas” son entusiastas de las libertades civiles en Internet, sin claras filiaciones políticas, lo cual los define por ahora como una red social atípica.<br />
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Al principio, Mastercard y Visa atribuyeron sus problemas a la saturación del tráfico por la ola de ventas en el Atlántico norte. Más tarde, la primera admitió que se habían caído algunos servicios SecureCode. Como Visa, la empresa se apresuró a aclarar que la capacidad central de procesamiento no estaba comprometida y los datos de las tarjetas no se hallaban en riesgo.<br />
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No obstante, Jean Prideaux –vicedirector ejecutivo de SecureTrading- reveló que el servicio estuvo inaccesible por hasta seis horas. La firma británica es proveedora de servicios para varios minoristas y grandes organismos benéficos. “Éstas son las máximas jornadas de operaciones en el calendario de compras por la Red, o sea pésimos momentos para hechos como los actuales”. <br />
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Algunos expertos en tecnología señalan que la quiebra de servicios comerciales claves por unos pocos cientos individuos genera ya presiones sobre los proveedores de Internet. En otras palabras, este sector debiera desempeñar papeles más activos. O sea, vigilar sus redes y bloquear conexiones con máquinas identificadas como parte de lo que empieza a llamarse “atacantes que niegan servicios”.<br />
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Esta modalidad surgió apenas un día después de ser detenido sin opción a fianza el fundador de WikiLeaks. Así, “la coalición pirata” sacó del aire el sitio Web de la fiscalía real sueca, promotora de los cargos por abuso sexual a Assange (los hackers los tachan de inventados para quedar bien con Estados Unidos). Otro objetivo fue PostFinance.ch, banco suizo que congeló cuentas del reo, bloqueado once horas.<br />
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Ni corto ni perezoso, WikiLeaks apeló a una tanda nueva de cables diplomáticos para devolverle el golpe a MasterCard y Visa, que le habían suspendido el uso de sus redes sin asidero legal. Uno de los textos filtrados revela que funcionarios norteamericanos hacían lobby este año contra legislación rusa que podría afectar a compañías emisoras de tarjetas. <br />
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