Obama versus BP, la batalla sin cuartel
Cuando la opinión pública parecía haber olvidado a la Deepwater Horizon y sus once muertos gracias al Tea Party, entre otros-, el gobierno inicia una guerra contra British Petroleum y otras ocho firmas culpables del desastre.
16 diciembre, 2010
<p>Washington exige indemnizaciones sin límites legales para sí, varios estados y particulares. La nueva megacausa involucra daños ambientales en el golfo de México (Luisiana, Misisisipi, Alabama, Florida, quizá Tejas), una catástrofe sin parangón en la historia del país.<br />
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Radicada por el departamento de justicia y la procuración federal, la demanda múltiple solicita que “las multinacionales citadas a comparecer sean halladas culpables sin atenuantes”. El estado invoca la ley contra contaminación para “evaluar y penar los derrames de crudos y gas natural”.<br />
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Además, “estas empresas deberán limpiar el litoral devastado por cuenta propia, vigiladas por los gobiernos central y estaduales”. Por otra parte, la causa pide aplicar otra ley, la de aguas limpias, para castigar la contaminación de una cuenca entera, la inferior del río Misisipi.<br />
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“Esto es sólo el primer paso del gobierno e inicia una larga batalla que creará precedentes”, señala Eric Holder, secretario de justicia. “Nuestras investigaciones civiles y penales –anticipa el funcionario- se proponen evitar que los gastos de salvataje recaigan sobre los contribuyentes”. Precisamente lo que busca un lobby, apoyado por republicanos de derecha, cuyo objeto es llegar a las elecciones de 2012 -que Barack Obama perdería- y luego archivar la causa federal. Pero hay un factor insoslayable: la muerte de once personas en el naufragio, que tres de las compañías pudieron haber evitado.<br />
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El gigante británico no está solo en la brecha. Lo acompañan Transocean, Anadarko Petroleum, Mitsui, la aseguradora londinense Lloyd’s, y la tejana Halliburton entre otras. Por de pronto. Holder ha solicitado al juez federal de Nueva Orleáns levantar el máximo indemnizatorio fijado por la ley (apenas US$ 75 millones en casos de contaminación petrogénica).<br />
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l anuncio oficial fue respondido por una breve e irónica nota de BP: “lo del gobierno es sólo una declaración y contiene afirmaciones que deben ser probadas”. No obstante, cayeron las acciones de BP y las restantes ocho compañías implicadas en Wall Street y la City. Por otra parte, ya había un factor adverso al negocio petrolero en EE.UU.: la veda de nuevas perforaciones en la costa desde la frontera mexicana hasta Virginia. <br />
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