<p>A su juicio, eso significa que los militares deben ya revisar sus esquemas de defensa nacional, dentro o fuera del país. Las aseveraciones de Mullen forman parte de una nueva estrategia general, presentada esta semana en el Pentágono. El documento de veinte carillas es el primer replanteo drástico de prioridades estratégicas en siete años. Su clave reside en reajustar el foco y sacarlo de Irak, Afganistán y Pakistán para encarar futuros riesgos. <br />
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Entretanto, las últimas tropas abandonarán la Mesopotamia al terminar el año y el “brote” afgano ha pasado su cénit o, al menos, así lo suponen los altos mandos en campo. En esta óptica, el retiro de efectivos aliados podría haber concluido hacia 2014.<br />
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Pero, señala esta revisión estratégica, “la misión castrense no admite pausa. Ahora ha de recobrarse –subraya Mullen- tras casi diez años de guerra formal”. Con un ingrediente de otro tipo: “la actual fase de astringencia presupuestaria que acaba de lanzar el presidente Barack Obama”. <br />
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Naturalmente, el Pentágono siempre saca conejos de la galera, en este caso una combinación de ataques terroristas en territorio estadounidense –aunque no los haya habido desde 2001-, amenazas potenciales en Asia oriental/sudoriental y nuevos peligros en Levante/África septentrional.<br />
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Otros riesgos comporta la presumible “nueva inestabilidad” causada por la explosión demográfica, la escasez de recursos renovables y no renovables. El contexto es un planeta que el documento estratégico define como “multinodal”, marcado por alianzas proteicas y potencias emergentes. No existen en esta realidad bloques claramente opuestos ni otros factores típicos de la guerra fría. Mientras tanto, la competencia en el ciberespacio y en el espacio exterior irá acelerándose.<br />
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En respuesta a estos desafíos, el trabajo difundido por Mullen se apoya en una nueva estrategia integrada en cuatro objetivos nacionales: contrarrestar extremos violentos, neutralizar o derrotar agresiones, consolidar alianzas pro seguridad regional y preparar futuras generaciones de militares. Sin ignorar amenazas en áreas hoy enfocadas por el Pentágono, “las prioridades e intereses estratégicos del país irán desplazándose gradualmente hacia el eje Asia-Pacífico”.<br />
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El Pentágono revisa su estrategia y pone foco en el eje Asia-Pacífico
Debemos ir más allá de Irak y Afganistán. Así sostuvo el almirante Michael Mullen, jefe del estado mayor conjunto. El 11 de septiembre de 2001 inició casi un decenio en estado de guerra, el lapso más largo en la historia norteamericana. Hoy vivimos un punto de inflexión estratégica.