<p>Akram al-Qarfallí, referente de Warfalla, la mayor tribu del país, retiró hace cinco días el apoyo al gobierno. “Ya no reconocemos como hermanos a los Ghaaffi”. Otra tribu, al-Zawiya, amenazó este martes con cortar el flujo de crudos si los mercenarios africanos no dejan de masacrar civiles. Al desertar Abdul Fattah Yunís como ministro de interior, el 23, un frente tribal le ofreció la jefatura a quien había sido amigo del coronel desde el principio.<br />
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“Las tribus son poderosas, especialmente fuera de los centros urbanos. Algunas son nómades, por tanto llegan a Túnez, Egipto, Argelia y Chad”, explica a Bloomberg Charles Gurdon, experto en Libia y director de la consultoría londinense Menas Associates, “El solo hecho de que la mayoría de ellas se haya pasado a la oposición es probablemente el último clavo del féretro”. <br />
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Desde hace siglos, las lealtades tribales son la cuna del “contrato social”. Ghadafi toma esas circunstancias para afirmar –junto con su primogénito Se’if al-Islam- que una trama superior a cien tribus llevará Libia a la guerra civil si lo derriban al raís. Por el contrario, universitarios, religiosos y opositores son prenda de unión entre facciones opositoras y reconformarán el futuro político de la nación.<br />
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No es difícil que la “marcha al oeste” iniciada este viernes –domingo para los musulmanes- termine este domingo nuestro, mal para el coronel y sus mercenarios. “Si este movimiento sigue ganando impulso, las tribus liquidarán al régimen y generarán otro sistema político basado en la sociedad civil, como en Túnez y Egipto”, observa Ronald St.John, autor de un diccionario histórico de Libia, texto de lectura obligada que hoy se agota en Londres. <br />
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<p>Las protestas, en su segunda semana, han sido ferozmente reprimidas Su saldo, parece estar próximo ya a dos mil víctimas. Resulta inexplicable que Human Rights Watch lo limite a quinientas.<br />
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De las veinte mayores tribus en el país con influencia política real, Warfalla va al frente y controla los eriales de Cirenaica, hoy en manos disidentes. De ella proviene Faraj Nadyem, autor de Tribù, Islam e stato (hay versiones inglesa e italiana). Cuenta con casi un millón de miembros, cifra alta comparada con 6.300.000 habitantes en total. La segunda, al-Zawiya, es del sudeste (desierto libio). <br />
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El jueves, desertaron de Ghadafi las tribus tibú/tuareg –de lengua bereber-, que ocupan el lejano sur del territorio. Muhammad bin Sayyid Hasán as-Senusí, cuyo tío abuelo Idrís fue depuesto en 1969 por el coronel, pidió a los beduinos seguir peleando.<br />
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A propósito, los rebeldes enarbolan la bandera verde, negra y roja del reino. Hasta la independencia de Italia (1951), las tribus actuaban como entidades autónomas en materia política, militar y económica. Por lo común, vivían en grandes oasis y el orden jerárquico iba de los clanes a las confederaciones. El caudillo marginó ese orden y hoy se encuentra aislado. <br />
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