viernes, 27 de diciembre de 2024

Egipto: ¿Son demócratas los fundamentalistas ?

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Abud al-Zomor, proveedor de las balas que mataron en 1982 a Anwar el-Sadat, es el ex preso más notorio. Ahora renuncia a la mismísima dyihad que encabezó casi treinta años. ¿Buena o mala noticia? Muchos egipcios abrigan dudas al respecto.

<p>&ldquo;Al fin y al cabo, las urnas decidir&aacute;n qui&eacute;n se impone. Ya no hace falta &ndash;sostiene en El Cairo- la violencia. Tenemos hoy un gobierno que ofrece libertades y nos permite participar en la arena pol&iacute;tica. Pero igual mantenemos ciertos dogmas y principios&rdquo;. <br />
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Obsedidos por crear un estado musulm&aacute;n (sunn&iacute;) perfecto, su grupo isl&aacute;mico y otros similares eran otrora sin&oacute;nimos de los peores ataques terroristas en este pa&iacute;s de 85 millones. Hoy, casi inesperadamente, se suben al cortejo de la democracia electiva. Pero a muchos los asusta pensar que estos ex radicales traten de aprovechar los votos para instaurar luego la Shariy&aacute;, o sea la ley isl&aacute;mica que prevalece, por ejemplo, en Saudiarabia.</p>
<p>El pasaje p&uacute;blico de enmiendas constitucionales (19 de marzo) ofrece un ejemplo temprano de la fuerza pol&iacute;tica isl&aacute;mica: los correligionarios de al-Zomor se impusieron ubicando el voto como deber musulm&aacute;n. Organizaciones sunn&iacute;es que estuvieron decenios condenando los procesos democr&aacute;ticos como pecados de mentes prooccidentales contra Al&aacute;, hacen campa&ntilde;a apelando a estas mismas herej&iacute;as. <br />
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A los 64 a&ntilde;os, el patriarca emerge como principal propagadista de un cambio ir&oacute;nicamente radical. Siete d&iacute;as antes del comicio, la junta militar lo dej&oacute; libre Desde entonces, &eacute;l y otros salaf&iacute;es (fundamentalistas sunn&iacute;es) hablan de fundar partidos pol&iacute;ticos. Tambi&eacute;n urden alianzas con la poderosa Hermandad Musulmana, que ya mantiene fluidos contactos con generales supuestamente laicos. <br />
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Esta espectacular volte face obedece a varias razones. Una es el deseo de proteger, si no fortalecer, la segunda enmienda de la antigua constituci&oacute;n: mantener la Shariy&aacute; como fuente de jurisprudencia. La tarea, claro, le corresponder&iacute;a al parlamento a integrarse en septiembre. <br />
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&ldquo;Si surge una constituci&oacute;n liberal, ser&aacute; catastr&oacute;fico&rdquo;, afirma el jeque Abdel Moneim ash-Shahat, que reniega de conceder derechos a las minor&iacute;as. Perorando en la gran mezquita de Alejandr&iacute;a, no desde&ntilde;a la iron&iacute;a: &ldquo;despu&eacute;s, ser&aacute;n hasta capaces de permitir que un cristiano dirija las plegarias del viernes&rdquo;.<br />
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Presente tambi&eacute;n en Libia y Sud&aacute;n, los salaf&iacute;es no son otra cosa que una forma del movimiento wahhab&iacute;, originado durante el siglo XVIII en la entonces Arabia central (Nedyed). Debe recordarse que la actual ola de revueltas en el mundo &aacute;rabe suele condenarse en Saudiarabia misma como conspiraci&oacute;n occidental para destruir la Umma (comunidad de los creyentes). Hay un matiz inquietante: el activista salaf&iacute; egipcio Aim&aacute;n az-Zawahr&iacute; es n&uacute;mero dos en al-Qa&rsquo;eda.</p>
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