<p>El comité bancario independiente, dirigido por John Vickers, llegó a un tris de obligar a que las entidades financieras separen el negocio de bonos y la banca comercial o minorista. Se trata de un proyecto radical duramente resistido por el segmento mayorista.<br />
<br />
Los banqueros reaccionaron con alivio a otra idea de la comisión: que los prestamistas británicos coloquen las operaciones minoristas –depósitos, créditos pequeñas empresas y pagos vía tarjetas- en subsidiarias autónomas. Ello comportaría encajar más capital que el requerido actualmente. <br />
<br />
Ambas iniciativas tienden a asegurar que los bancos minoristas puedan seguir operando, aun si sus contrapartes (bancas de inversión y mayoristas) sufren fuertes quebrantos. Exactamente lo acontecido durante la crisis sistémica de 2007/09 en algunas economías como EE.UU., Gran Bretaña, etc. <br />
<br />
El conjunto de reformas, a finiquitar en septiembre, resulta muy similar al sistema norteamericano. En ese modelo, los bancos tienen límites para el total de depósitos aplicable a las áreas de inversión.<br />
<br />
No obstante, el esquema londinense va más allá, en cuanto los bancos no afrontan los mismos requerimientos de encaje para sus actividades minoristas. Otras recomendaciones, por ejemplo 10% del capital neto en concepto de encaje, superan el 7% previsto en el acuerdo Basilea III.<br />
</p>
Londres alinea normas bancarias con Nueva York
Los adeptos a la internacionalización festejan. Una comisión británica propuso medidas de convergencia con el sistema estadounidense. En el futuro, los prestamistas y operadores no se tentarán con dejar Gran Bretaña por Estados Unidos.