<p>Hay reclamo por mayor coordinación monetaria global. La Eurozona no sale de sus propios problemas.<br />
Por cierto, al aumento chino no tiene precedentes desde julio de 2008, pero el indio ya databa de febrero (+8,3%). Al respecto, una consultoría privada (IHS Global Insight) admite que esos países –los más poblados del planeta- “están ajustando políticas presupuestarias para neutralizar tendencias inflacionarias. Pero esto limita esos economías como potenciales fuente de demanda global para sus contrapartes industriales, donde el torniquete fiscal se combina con el desempleo”.<br />
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En efecto, Beijing “tiene problemas para frenar la economía física, pese al mayor ajuste en varios años”, observa IHS. Por el contrario, la inflación en Estados Unidos –medida por un indicador arbitrario que excluye alimentación, energía y combustibles- subió a razón de 1,2% anual, menos de lo esperado por la Reserva Federal (su compilador). Esto señala que el desempleo fuerza a los trabajadores norteamericanos a pagar más por la nafta, pero sin que mejoren sus salarios.<br />
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La obsesión de la RF con ese índice tan acotado sugiere que China, India y otros emergentes tal vez no afecten tanto a las economías centrales. Si lo hicieran, la RF no podría continuar sosteniendo tasas referenciales de cero a 0,25% anual y seguiría el ejemplo del Banco Central Europeo, que acaba de elevar las suyas.<br />
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Volviendo al plano internacional, varios analistas afirman que el problema es una falta de coordinación monetaria. Ello exacerba los desequilibrios entre economía industriales y emergentes. Poco ayudó que, el sábado, el grupo de los 20 celebrase otra reunión en escala de ministros y banqueros centrales. Salió del cónclave una sola medida substancial: aprobar una lista de países que se someterán al escrutinio del Fondo Monetario Internacional. Aún no se difunde. <br />
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No obstante, Christine Lagarde reveló que serán siete: EE.UU., China –que quizá se resista-, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Rusia y Japón. En este caso, tal vez Tokio prefiera ocuparse de sus desastres, no de las sutilezas del FMI. <br />
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La entidad que dirige el francés Dominique Straus-Kahn, pero controla Washington, también evaluará hasta qué punto los desequilibrios internos de los siete países contribuyen al contexto general. Por ejemplo, si China deja de mantener bajo el yüan o EE.UU. sigue atado a su megadéficit fiscal.<br />
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Mientras tanto, la Eurozona no sale de sus propios problemas, por ejemplo una inflación minorista que llegó a 2,7% anual en marzo. Se trata de un pico en más de dos años, paralelo a un euro que, la última semana, tocó dos veces US$ 1,45. Esta sorpresa –Bruselas esperaba 2,4 a 2,6%- quizás haga aumentar de nuevo en junio la tasa básica del BCE. Ello pese a la perpetua crisis de endeudamiento soberano. Como se ve, los brotes inflacionarios de China e India están lejos de ser la cuestión dominante al oeste.<br />
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Los países emergentes promueven la inflación
Datos parciales de marzo conocidos el sábado ven en China (+5,4% anual en precios minoristas) e India (+9%) dos motores inflacionarios y amenazas a la recuperación mundial. Al parecer, ambos se recalientan y convergen con el alza de productos primarios.