<p>Por otra parte, se nota cierta volatilidad. En el curso de la jornada, o sea entre Hongkong y Chicago, los precios oscilaron de US$ 1.494 y 1.501. “Esto no es una burbuja –sostienen analistas londinenses y parisinos-, sino la culminación de un proceso que ha tomado tres años”.<br />
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Pero varios expertos dedicados a metales preciosos y críticos (plata, platino, paladio, cobre, etc.) no descartan vaivenes más pronunciados. Nadie toma en serio la proyección de un italiano, Antonio Foglia, que menciona un pico de US$ 5.500: ese valor habría hecho polvo el dólar y el euro. Pero puede haber oscilaciones entre US$ 900 y 1.700.<br />
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Sea como fuere, este auge del oro y casi todos los anteriores, desde 1973 responden a factores técnicos, sino psicológicos. Por ejemplo, evaluar costos de extracción depende de los precios de hidrocarburos y otras variables. Son factores ajenos a la mera especulación o a quienes ven en el metal un refugio duro contra la volatilidad: se compra para sentirse seguro e igual sucede con las monedas áureas. <br />
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Ahora bien ¿cómo sigue la película? Si la clave es la imparable deuda pública de Estados Unidos y varios países de la Eurozona, el panorama es inquietante. Máxime con parte de la Unión Europea a la sombra de extremismos xenófobos (Hungría acaba de sumarse a Finlandia y Francia). Justamente París ha dado el tono: acaba de acuñar las primeras monedas de oro -mil euros- y plata (cien).</p>
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El oro: pico absoluto en Nueva York, US$ 1.500,50
Finalmente, el metal amarillo volvió al récord absoluto. Los US$ 1.500,50 del martes equivalen, a los 850 dólares constantes registrados a mediados de enero de 1981. En un año, la onza troy (31,104 gramos) subió poco más de 30%. El cobre acompaña.