<p>La solicitud formal se radicó en Bruselas a última hora del miércoles. Dos semanas antes, se desmoronó el gabinete del socialdemócrata José Sócrates tras frustrarse el cuarto intento de salvataje, bochado por el parlamento. El ex primer ministro había rehusado una y otra vez las condiciones del Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.<br />
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Ahora, el dimitente a cargo del despacho se desdice y sostiene que “debemos asumir responsabilidades. No nos quedan opciones y el pueblo tiene que asumir la realidad”. Resulta inaceptable, señalan ex ministros y hasta correligionarios de Sócrates “endilgar a los portugueses los errores del gobierno, la ortodoxia de Bruselas o las presiones de los grandes bancos vía Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch Ratings”.<br />
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Pero la decisión del <em>premier </em>interino plantea una situación muy difícil, Sócrates deja el poder tras elecciones, a inicios de junio, y se ignora cómo o con qué sucesor seguirán las negociaciones. Para evitar males mayores, el principal opositor (Pedro Passos Coelho, de derecha) declaró que su partido respaldará las futuras tratativas. Entretanto, es poco probable que Portugal eluda del todo los recortes presupuestarios resistidos por el poder legislativo: la comisión europea se aferrará a un programa de austeridad que, en verdad, no ha marchado bien en Grecia e Irlanda.<br />
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Otro lusitano, José Manuel Durão Barroso –presidente de la CE-, salió en apoyo de su país. En realidad, él y otros altos funcionarios de la Eurozona o la Unión Europea (los veintisiete) saben que el caso portugués es clave para los futuros mecanismos atinentes al fondo de rescate temporario (€ 440.000 millones) y al permanente (desde 2013).<br />
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Sea como fuere, los números de Lisboa son dramáticos. Las reservas en efectivo son exiguas (suman apenas € 2.000 millones en enero) y el 15 del corriente debe pagar 4.200 millones a bonistas del exterior. El gobierno parece contar con suficiente liquidez para esta cuota, pero no para los 4.900 millones que vencen el 15 de junio. <br />
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Un duro rescate, es la única salida de Portugal
Lisboa, sin un centavo, afronta también una crisis política. Será el tercero de los diecisiete (Eurozona) en acudir a sus pares, como Grecia e Irlanda. Su deuda externa pública empieza abril con vencimientos de 20.000 millones sólo este año.