<p>Octubre pasó a la posteridad como el mes en el que murió Steve Jobs y poco más. Tal vez algunos se hayan entusiasmado con el iPhone 4S o con la nueva red social de Google, Plus. Pero la gran mayoría pasó por alto un hecho importante, un logro de la tecnología y la justicia social: la compañía inglesa DataWind, en colaboración con el gobierno indio, logró fabricar la tableta más barata del mundo. El modelo –que se llama Aakash y significa “cielo” en hindú- se venderá subsidiada a estudiantes por US$ 35 y al público por US$ 60. Aunque el proyecto es parte de un programa de educación nacional, DataWind espera poder vender la tableta a cualquiera que pueda costear un teléfono inteligente, un mercado amplio en occidente.</p>
<p>El proyecto del gobierno indio puede ir más allá que el de Nicholas Negroponte, “One Laptop Per Child”. Negroponte, un arquitecto que estuvo detrás de los proyectos de tecnología y educación más importantes de las últimas décadas, partió de una idea simple: con la ayuda de los ministerios de educación de países subdesarrollados se financiaría la compra de un millón de notebooks. A escala y con la gratuidad del software libre se reducirían los costos lo suficiente como para venderlas a US$ 100. Los gobiernos de Haití, Rwanda, Perú y Uruguay se sumaron al proyecto pero pronto descubrieron que el precio era cercano a US$ 200 y que las computadoras eran muy aparatosas. Muchos países cancelaron el proyecto.</p>
<p>Pero la versión de DataWind podría ser diferente. Al contrario de lo que planteaba Negroponte – que su proyecto era educativo más que tecnológico- en DataWind lo piensan como una oportunidad de negocios. Para bajar los costos la empresa produce la mayoría de las piezas en vez de comprarlas de otros vendedores. Así construyen pantallas LCD y modelos Wi-fi a precios mucho menores. De hecho, las tabletas de DataWind son tan baratas que no existen competidores: la que le sigue en precio cuesta tres veces más.</p>
<p>La tableta de 7 pulgadas pesa 350 gramos y su sistema operativo es una vieja versión de Android 2.2 para teléfonos inteligentes. El procesador es de 366 MHz y tiene una tableta de video que permite ver videos de la calidad de YouTube. Contiene, además, dos puertos USB y una microtarjeta de 2 GB de memoria, expandible a 32 GB. Se podrá acceder a Internet a través de redes 2G o 3G aunque podría ser complicado conectarse a redes de alta velocidad por su limitado poder de procesamiento y su poca memoria.</p>
<p>Será un producto “Made in India” aunque el lanzamiento haya sido postergado varias veces por la locación de las fábricas de DataWind en la conflictiva región de Andhra Pradesh. Estiman, sin embargo, que se lanzará en los primeros meses del 2012.</p>
<p>Con sólo tres horas de vida de batería, las escuelas tendrán que proveer enchufes donde cargarlas, lo que supone un problema de infraestructura. La empresa propone una solución: un dispositivo de energía solar que, mediante una carga vía USB, permita recargar las baterías. El problema es el precio: 2000 rupias es demasiado caro. Están trabajando en dispositivos de un cuarto del valor pero el feedback realmente positivo lo tendrán cuando las tabletas salgan al mercado y sean probadas por alumnos y público en general. Sólo en ese momento se podrá establecer si la idea de DataWind no fracasará como la de Negroponte. <br />
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Tabletas para todos
El gobierno indio, en alianza con la compañía londinense DataWind, logró lo que ni el programa Una laptop por niño de Nicholas Negroponte pudo: fabricar tabletas lo suficientemente baratas para poder ser adquiridas por chicos de países tercermundistas y achicar, así, la brecha digital.