<p>En julio, a la sazón, el Fondo Europeo pro Estabilidad Financiera (FEEF) será sustituido por el Mecanismo de Estabilidad Europea (MEE). Pero ya el Fondo Monetario Internacional quiere elevar su capital básico (€ 500.000 millones) por lo menos en 50%. La directora gerente plantea ese refuerzo en forma de blindaje (“firewall”).<br />
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Este presunto desenlace acumula “fondos nonatos”, comenzando por el FEEF, creado en mayo de 2010 pero teóricamente vigente recién en 2013. Era un producto de la crisis sistémica occidental de 2008/10, no aún de la eurocrisis estallada en 2010, precisamente. Sucesivos avatares abarcaron los 27 miembros de la UE, no solo la Eurozona. Hoy todo parece sintetizarse en el esquema Lagarde: un paquete de € 750.000 millones, poco inferior al de Mario Monti (€ 800.000 millones), jefe del Banco Central Europeo.<br />
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Entretanto, con vistas a su cumbre venidera, el grupo de los 20 también negocia el incremento de sus propios recursos. Con una diferencia: los principales países emergentes –China, India, Rusia, Brasil- intervendrán para auxiliar a la Eurozona vía FMI. Sin embargo, este punto no ha sido previsto en la agenda del G-20 para la reunión de febrero en México.<br />
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En medio de tantas vueltas, Berlín pretende ahora que la Eurozona controle directamente el presupuesto heleno, retomando una idea de 2011: convertir Grecia en una especie de protectorado de la zona. Las presiones germanas son tales que Atenas salió a señalar que “la soberanía no se toca” (como si su opinión pesase). Según un plan revelado este fin de semana en Die Welt y el Financial Times, los ministros de Hacienda de la zona formarían un comité con facultades para vetar decisiones del gobierno griego en lo fiscal.<br />
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Sería, en efecto, la primera vez que una instancia supranacional limitara la soberanía de un país. En ese contexto, Atenas solo podría gastar lo indispensable para las operaciones cotidianas y el repago de deudas. De pronto, los alemanes le enmiendan la plana al Instituto de Finanzas Internacionales (IFI), el “lobby” londinense que maneja Charles Dallara por cuenta de bonistas privados. El planteo alemán, pues, aseguraría que los socios de la zona y los mercados no arriesgasen que Grecia transgreda las metas presupuestarias impuestas por los prestamistas internacionales.<br />
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El viernes a última hora, Berlín entregó un borrador a los demás miembros de la Eurozona. Con un agregado sorpresivo: recortes en defensa y salud pública más un compromiso para achicar drásticamente el déficit este mismo año. A su vez, altos funcionarios griegos admiten que “existe una propuesta informal presentada al Eurogrupo para poner el país bajo tutela de la entidad. Ni soñamos con aceptarla porque, amén de lesiva para nuestra soberanía, exige cambios en los tratados fundacionales”.<br />
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La Comisión Europea también rechazó el esquema alemán. Curiosamente, el propio Gobierno heleno se reunió nuevamente con Dallara, pero las partes solo resolvieron seguir conversando la semana entrante. El lFI dice representar deuda privada por € 205.000 millones y aceptaría un desagio de 50%. Sin embargo, Atenas continuaba el sábado negociando con una triple instancia más seria: FMI, BCE y CE.</p>
FMI: más recursos. Merkel: controlemos Grecia
Christine Lagarde insiste con una inyección de recursos al fondos salvaestados, propuesta que asusta a las bolsas. Mientras, Angela Merkel quiere que la Unión Europea o sea Alemania- maneje el presupuesto heleno. Atenas: la soberanía no se toca.