<p>Mientras los acreedores privados aumentan la presión sobre el BCE, para que adhiera al trueque de títulos en trámite, los emisores (el citado, el Banco de Suecia y la Reserva Federal) permanecen mudos en cuanto a sus intenciones. En general, los expertos creen que el BCE, específicamente, quiere ver al menos un borrador de convenio antes de descubrir su estrategia. Esta quizás incluya desistir de utilidades derivada de los bonos helenos o transferirlos a uno de los fondos de rescate abiertos en la Eurozona.</p>
<p>Atenas necesita llegar a acuerdo, para plantear un segundo salvataje antes del 20 de marzo. En esa fecha vencen pagos de bonos por € 14.500 millones. Charles Dallara (Instituto de Finanzas Internacionales, un “lobby” de banqueros anglosajones) encabeza un grupo de bonistas privados y sostiene que, sin la participación de entidades públicas, el esquema no funcionará. Al respecto, recuerda que los bonistas privados tienen solo 60% de la deuda griega.</p>
<p>“Los políticos podrán golpear la pared con la cabeza, tratando de implicar al BCE en esta fase de las tratativas. Pero será en vano. La institución se quedará fuera tanto como le sea posible”. Eso afirma Carsten Brzeski, econometrista principal en ING Bruselas.<br />
En la reciente cumbre de la Unión Europea, Mario Draghi (director gerente del BCE) rechazó la idea de retransferir a Grecia utilidades emergentes de retener títulos soberanos. Sea como fuere y según Pantelis Kapsis, vocero del Gobierno, indicó que se espera completar negociaciones en los próximos días. A la sazón, el emisor ha comprado en 2010/11 unos € 219.000 millones en papeles de países endeudados. Entre € 36.000 y 55.000 millones se colocaron en títulos griegos. Así estima Barclay’s Capital y Union des Banques Suisses.</p>
<p>Cuando el BCE empezó a comprar bonos griegos, los títulos a 10 años se cotizaban a 84 centavos por euro nominal. Desde entonces, han caído a 23 centavos y esto condujo al país al borde de la insolvencia. “El emisor sigue siendo contrario porque se cruzarían las políticas monetaria y fiscal”, acota Silvio Peruzzo, de Royal Bank of Scotland. “Intervenir en las actuales conversaciones perjudicaría severamente el papel del BCE y su gestión de la crisis”.</p>
BCE esperará las decisiones de los acreedores
El Banco Central Europeo se niega a mostrar sus cartas en lo tocante a quitas sobre la deuda griega. Primero, los bonistas y el Gobierno han de cerrar un acuerdo. Así han revelado analistas del holandés ING Groep y Deutsche Bank.