<p>Viviane Reding, comisionada de justicia de la Unión Europea, manifestó a la prensa que la decisión de Google de seguir adelante con su nueva política de <a href="http://www.mercado.com.ar/nota.php?id=371551">privacidad </a> fue desafortunada en un momento en que no queda claro si tales medidas acatan la ley europea. Dijo que personalmente avala el pedido de Francia para que se demore la implementación. <br />
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La confrontación entre gobiernos europeos y el motor de búsquedas norteamericano sobre sus prácticas de negocios se viene endureciendo desde hace varios meses. Se cree que la Comisión Europea va a dictaminar a fines de este mes si Google ha violado las leyes antimonopólicas con la forma en que opera su servicio de búsquedas. En un juicio separado, jueces franceses dictaminaron que Google abusó de su dominio en el mercado online y en su servicio publicitario AdWords. <br />
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La nueva política permite a Google tomar lo que ha averiguado de un usuario en uno de sus servicios – como la búsqueda o Gmail – y usarlo para confeccionar el perfil que el usuario ve en otros servicios. El contenido de los emails enviados por Gmail podría, por ejemplo, servir para adecuar la publicidad que se le muestra a esa persona en YouTube. <br />
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Imperturbable, Google dijo que cumple con las leyes locales. Los cambios resultarán en una mejor experiencia de usuario. Usarán la información obtenida para brindar resultados de búsqueda más relevantes, dijo. <br />
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El gobierno japonés también escribió a Google expresando su preocupación sobre el manejo de datos personales. En Estados Unidos también tiene problemas. El mes pasado la Electronic Frontier Foundation, un grupo que brega por la libertad de expresión en Internet, sugirió a sus seguidores que borraran algo de la información que tiene Google sobre búsquedas históricas antes de que se hagan efectivos los cambios.</p>
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Ahora es toda Europa contra Google
Google enfureció el jueves a los reguladores europeos al decidir aplicar en el continente una nueva política de privacidad a pesar de haber recibido repetidos pedidos de que demorara la aplicación del proyecto porque podría no ser considerado legal.