<p>En Suiza, donde se celebra el Ginebra Auto Show, hay caras largas y de preocupación. El motivo es que hoy Europa tiene más plantas automotrices de las que la economía puede soportar. Que hay capacidad ociosa no es un secreto, y así se puso de manifiesto en las jornadas de la muestra. Carlos Ghosn, jefe de la alianza Nissan-Renault, que dijo que si una automotriz se reestructura, todas las demás tendrán que reestructurarse.</p>
<p>La capacidad ociosa ( o sea que una planta tiene capacidad para fabricar mucho más de lo que fabrica) es, en definitiva, un verdadero problema desde que los países europeos cortaron sus programas de incentivos para renovar el parque automotor. Durante 2009 y 2010 los gobiernos ayudaron a las empresas de autos a soportar el problema de la acumulación de unidades. Con la crisis en su pico más alto esos programas no son ya prioridad.</p>
<p>Estos recortes económicos tienen, por supuesto, una consecuencia política. Sin los estímulos la demanda de autos cayó notoriamente y la sobreproducción podría obligar a las automotrices a despedir a muchos de sus empleados. Las peleas entre los países receptores de los autos y los países en donde están ubicadas las plantas se multiplican. Se estima que Europa debería reducir su capacidad productiva 20% lo que significa que un número significativo de los 2.3 millones de empleados perderán su sustento económico.</p>
<p>La sobreproducción es el cáncer de la industria automotriz porque las fábricas ociosas pierden mucho dinero por día y, a mayor oferta, los precios de los autos bajan también. Si esto se mantiene por mucho tiempo, la quiebra se convierte en una posibilidad concreta. Así ocurrió con Chrysler y General Motors.</p>
<p>Hoy en Europa la presión es fuerte para la marca Opel, de General Motors, y para PSA Peugeot Citroen que perdieron mucho dinero el año pasado. Tal vez por eso las dos compañías hayan buscado una alianza estrategia (http://www.mercado.com.ar/nota.php?id=371541) que les permita competir en el difícil mercado Europeo.</p>
<p>Pero no todas las automotrices europeas sufren el problema. Las marcas de alta fama como Mercedes Benz y Audi están operando con normalidad para suplir la demanda de mercados más dinámicos como China, Estados Unidos y Alemania. Estas marcas sufrieron sobreproducción en 2008 pero aprendieron rápido a estabilizar su producción con la demanda. BMV, por ejemplo, utiliza trabajadores temporarios y Porsche terceriza la producción de algunos de sus modelos. Pero todo se resume en la demanda del mercado: el nicho al que van dirigidos los autos de alta gama no perdió su capacidad de compra mientras que el público general, sí.</p>
<p>Las cifras son elocuentes: BMW tuvo el mejor mes de febrero de toda su historia, con ventas que superaron 14% respecto al año anterior. Su mayor crecimiento se dio en Asia donde las ventas subieron 35% y en América del Norte y del Sur, que representaron una suba del 26% en sus ventas. Las marcas generalistas, como Renault o Fiat, sufrieron en los mercados más vulnerables como Francia o Italia. En enero el patentamiento en Francia bajó 21% con respecto al año anterior y en Italia, 17%. <br />
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Capacidad ociosa en la industria automotriz europea
La crisis europea provocó una fuerte caída en la demanda de vehículos, que a su vez generó una importante capacidad ociosa en las plantas. La consecuencia más temida es que esto provoque la pérdida de más puestos de trabajo.