<p>Parece increíble pero es verdad. Lo primero que pide el personal de cabina en un vuelo es que los pasajeros se abrochen sus cinturones de seguridad y apaguen sus aparatos electrónicos. El primer pedido se acata sin objeciones pero el segundo trae complicaciones y genera discusiones. Y estamos hablando de adultos.</p>
<p>Para los viajeros frecuentes esto no es nuevo: en cada avión siempre hay alguien que ignora las advertencias de los videos y sigue hablando, mandando mensajes de texto o navegando en Internet. Aunque parezca mentira episodios como los del actor Alec Baldwin – que fue sacado de un vuelo por no cumplir con esta regla- se reproducen todos los días. Las azafatas son claras: hoy la directiva de apagar dispositivos electrónicos es la que más disconformidad genera entre los pasajeros. Con las nuevas leyes federales (de Estados Unidos) las aerolíneas están autorizadas a dar la vuelta , aterrizar, y obligar al pasajero a descender del avión.</p>
<p>De hecho las azafatas de American Airlines reportaron 1.306 incidentes el año pasado por mal comportamiento de pasajeros a la Asociación de Azafatas Profesionales, su gremio. En 2010 el número había sido de 1.248. Aunque la mayoría no llega a instancias de violencia física o verbal que obliguen a la policía a intervenir, el número de enfrentamientos ha creciendo en los últimos tres años a medida que los dispositivos se hacen más populares.</p>
<p>Tal vez la explicación tenga que ver con un fenómeno psicológico que se conoce como “velocidad máxima”: aunque los conductores saben que hay un límite de velocidad, es posible que eventualmente lo sobrepasen. Muchos pasajeros no creen que sea cierto que es peligroso dejar los aparatos electrónicos encendidos. No hay, de hecho, evidencia científica de que tener estos dispositivos encendidos durante el despegue y el aterrizaje hayan causado problemas. Pero siempre está la posibilidad de que ocurra un desastre.¿Hará falta que se produzca una tragedia?</p>
<p>La tripulación de cabina ha protagonizado numerosos incidentes a través de los años. Algunos de los problemas fueron advertencias erróneas de colisión, estática en las frecuencias de radio y falsas lecturas de los sistemas de aterrizaje. En muchas de estas ocasiones la tripulación pudo evitar desastres identificando a la persona que estaba usando esos aparatos y apagándolos. Es evidente que existe una conexión porque los problemas dejaron de existir de manera instantánea.</p>
<p>En un estudio de la universidad Carnagie Mellon se encontró que las emisiones de información de los celulares interferían con el posicionamiento global de los sistemas de satélites. Si existe aunque sea una mínima posibilidad de que eso ocurra y de que se ponga en riesgo la vida de los pasajeros entonces los reguladores no tienen que pensarlo mucho haciendo obligatorio que los aparatos se apaguen en esas circunstancias.</p>
<p>Esta medida está amparada, también, por la ley Federal: los pasajeros tienen que obedecer órdenes de la tripulación en vuelos comerciales o son pasibles de multas o tiempo en la cárcel.</p>
<p>Los celulares no están prohibidos durante el despegue y el aterrizaje sino durante todo el vuelo por las interferencias que ocurren cuando intentan conectarse a las antenas que están en tierra. Pero algunas aerolíneas han pensado una solución, ofreciendo un servicio de telefonía celular dentro del avión. Los celulares tomarían la señal de una pequeña antena en la parte superior del avión, parecida a la que usan hoy para asegurar conexión Wi-fi. Emirates Airlines y Etihad Airways ya tienen aviones equipados para eso.</p>
<p>En definitiva, todo tiene que ver con la responsabilidad de los pasajeros. Existen quienes piensan que están por encima de las reglas y es, lamentablemente, el trabajo del personal de cabina calmarlos. Hoy están entrenados para hacerlo y, en todo caso, tienen la capacidad de decidir si el pasajero está o no en condiciones de permanecer en el avión antes del despegue. <br />
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Por favor, desconecten sus aparatos
La frase se escucha en cada despegue y cada aterrizaje y siempre genera situaciones de tensión entre pasajeros y azafatas. El año pasado fueron 1.306 los incidentes por la negativa de los pasajeros a desconectare de sus aparatos portátiles.