<p> <span style="color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">ANATOMÍA | Introducción</span></p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">Por Osvaldo Cado y Nicolás Bridger (*)</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><img alt="" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; border-image: initial; " src="http://www.mercado.com.ar/mercado/ro/imagenes/foto_nota_1127_1_1.jpg" /><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Osvaldo Cado y Nicolás Bridger<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Foto: Gabriel Reig</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">Estancamiento, inestabilidad política y un aumento de la conflictividad en todos los niveles posibles conforman una descripción breve y contundente del último año.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
En Europa hemos sido testigos de la instrumentación de planes totalmente inorgánicos, generalmente políticas de ajuste en contextos recesivos, en un marco de desconcierto político y coloridas disputas entre sus representantes. A pesar de una respuesta inicial contundente frente a la crisis, Estados Unidos se ha empantanado en discusiones políticas que lo dejaron al borde de lo que podríamos llamar un “<em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">default</em> auto-infligido” (con rebaja crediticia de su deuda incluida). Por su parte, China se niega a revaluar su moneda, dificultando el rebalanceo de las cuentas globales e incrementando el costo de la crisis para los dos bloques mencionados.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
No es novedad. La explosión de la burbuja observada durante los últimos años tiene y tendrá altísimos costos y alguien deberá pagarlos. En este sentido, los líderes de las principales economías del mundo deben debatir cómo se distribuirán geográfica y temporalmente estos costos, es decir, si el ajuste (o rebalanceo) será en forma de<em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">shock</em> o administrado a lo largo del tiempo.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
El mejor escenario posible, básicamente una distribución de los costos acorde a las responsabilidades/posibilidades y una administración gradual y ordenada que busque suavizar el impacto, exige la toma de decisiones impopulares puertas adentro y un nivel de coordinación puertas afuera impensable en un presente con liderazgos políticos endebles tanto a escala local como internacional. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Francia y Rusia, y la transición dual del poder en la dirigencia del Partido Comunista chino tampoco ayudan demasiado.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Por su parte, el peor escenario, rebalanceo en forma de <em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">shock</em> y distribución de costos en función de la solidez de las variables macroeconómicas de los bloques, implicará inevitablemente resultados aún más regresivos con un impacto negativo en el crecimiento del mundo en el mediano plazo.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
China cuenta con tiempo y recursos para capear el vendaval. Su economía crece, el desempleo es bajo. En la mesa de negociación es aquel que solo mostrará su juego al final. Estados Unidos está en una situación incómoda a consecuencia de un desempleo históricamente elevado (8,5%), pero su economía crece (lentamente) y sus bonos se demandan, contando con recursos. Sin dudas Europa es el jugador más débil en esta trama. Estancamiento, desempleo alto, sin recursos y apostando nada más y nada menos que su histórico proyecto político.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Descartada la primera alternativa, cada día que pasa sin definiciones claras y contundentes implica acercarse peligrosamente al peor escenario posible. El único incentivo existente para llegar a buen puerto es el solo hecho de que a nadie le conviene un mundo en recesión. Todavía hay tiempo, las soluciones son conocidas, los instrumentos están. Esperemos que aparezcan los <em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">policy makers.</em></p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Reencuentro con las leyes de la economía </strong><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Llamémoslo como quieran. Falta de <em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">timing</em>, de planificación o simplemente mala suerte, la realidad es que en medio de un marco internacional poco prometedor, a lo que se sumó recientemente el riesgo de una sequía, en nuestro país la actual administración “decidió” implementar un ajuste. Con recursos escasos y sin la posibilidad de endeudarse, tampoco había muchas opciones. La restricción presupuestaria no reconoce ideologías. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La economía doméstica disfrutó las mieles de políticas populistas en el marco de las últimas elecciones, lo cual se reflejó en un consumo pujante y en una inflación elevada. Como nos muestra la historia, este tipo de políticas, aunque efectivas y beneficiosas en el corto plazo, implican costos difícilmente cuantificables en el largo. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
A un mito se lo define como un <em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">acontecimiento prodigioso, protagonizado por seres sobrenaturales o extraordinarios</em>, palabras que sin duda entrarían, de existir, dentro de un libro que concentre el relato oficialista. Entre 2005 y 2010, economistas de todos los colores advirtieron sobre las consecuencias negativas de las distorsiones de precios y el mal uso de los subsidios. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
En ese intervalo no se observó ninguno de los efectos negativos mencionados, lo que dio lugar a la creación de un nuevo mito <em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">“la política puede más que la economía”</em>. 2012 trajo un baño de realidad. Las restricciones existen y no pueden ignorarse indefinidamente. El Gobierno se está reencontrando gradualmente con las leyes de la economía.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La restricción presupuestaria obligó a la administración de Cristina Fernández de Kirchner a empezar a dar marcha atrás con el laberinto de subsidios, descubriendo en un espasmo de lucidez la regresividad de los mismos. Paralelamente, el equipo gobernante se ha dado cuenta de que la relación productividad y salario existe, comenzando a revisar contrataciones y remuneraciones estatales. Por otro lado, en charlas informales, se dejó trascender la voluntad de fijar un techo a las paritarias de 18% y todavía no hubo novedades respecto al reclamado aumento del mínimo imponible de ganancias. Aunque todavía se desconoce el nombre que el oficialismo le pondrá a estas políticas, una reducción del gasto público o de los ingresos privados (por no aumento de sueldos o por aumento de precios regulados) en cualquier parte del mundo se llama “ajuste”. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Por otro lado, preocupa la pérdida de elegancia en las últimas medidas adoptadas por el Gobierno. Medidas con tufillo a planificación centralizada, discrecionalidad política y burocracia estatal, lejos de una “sintonía fina”. Un combo poco amigable para aquellos que quieran invertir en el suelo nacional. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Por ejemplo, el Gobierno reconoce en la salida de capitales persistente un problema para continuar creciendo. Buen diagnóstico. La medida adoptada consistió en un control de cambios improvisado y arbitrario que, no solo no se condecía con la gravedad del problema, sino que generó además una reducción importante de los depósitos del sistema bancario. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
También le preocupa la pérdida de competitividad, producto de inflación superior a 20% anual y tipo de cambio estable, por sus consecuencias en materia de crecimiento y generación de empleo. Estamos todos de acuerdo. La respuesta ha sido el cierre de la economía, vía restricciones para-arancelarias y aumentos de impuestos, algo que traerá conflictividad en las relaciones bilaterales con los países a los cuales exportamos.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
En resumen, el Gobierno ha identificado bien los problemas, pero no está sabiendo cómo resolverlos de forma sostenible o, peor, cree que lo está haciendo. El problema de fondo es que, como se diría en la jerga futbolística, “no hay equipo” y el mercado lo percibe. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Por otro lado, medidas que a priori son positivas, como el reajuste de tarifas energéticas, corren el riesgo de no generar impacto positivo de largo plazo. El Gobierno ha quedado tan pegado a un discurso excesivamente político e ideológico, que la manera mediante la cual debe comunicar estas decisiones a las claras impopulares, hace pensar en políticas arbitrarias y que no son permanentes. Consecuentemente nos quedamos con el costo de la medida (el encarecimiento de los servicios), pero sin los beneficios (una mejora eventual de los servicios por un incremento de la inversión).<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Descartados de lleno escenarios catástrofe, 2012 será un año de desaceleración con alta inflación. Con el Gobierno preocupado por la restricción presupuestaria, habrá que ver qué pasa con las jubilaciones y planes sociales, hasta el momento el camino mediante el cual se evitó que la inflación impacte contundentemente en las clases más vulnerables.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
De todos modos la preocupación es el mediano plazo. El estado presente de las cosas hace pensar que no habrá cambios significativos durante los próximos años. La inversión en tecnología, innovación y educación de calidad, clave para incrementar la productividad y elevar el Producto Bruto potencial, seguirán teniendo un rol marginal. Con la economía sin capacidad ociosa, la aceleración o desaceleración de la actividad en torno a lo que podríamos considerar una tasa de crecimiento vegetativo (2% ó 3%) dependerá exclusivamente del sector externo y sobre todo del precio de los<em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">commodities</em>.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">(*) Osvaldo Cado y Nicolás Bridger son economistas, consultores económicos y financieros.</p>
Reencuentro con las leyes de la economía
2011 fue un año muy complejo por donde se lo mire. Aunque la turbulencia económico-financiera parece obligada a estar en el centro del análisis, no son pocos los que creen que la actual es más una crisis de liderazgo político que económica. Obviamente, ambas cuestiones se retroalimentan e indudablemente ello nos ha llevado al estado actual de las cosas.