<p>Todas las marcas pueden contar una historia. Para los expertos en marketing es crucial: si no pueden hacerlo no tiene sentido tener una estrategia en redes sociales, blogs, entornos móviles o revistas.</p>
<p>El marketing de contenido (o Content Marketing) es una de las ramas más populares dentro de la actividad. Las cifras así lo prueban: se estima que 70% de los adultos serán influenciados por el marketing de contenido. 61% de ellos confesaron sentirse positivamente atraídos a las marcas que cuentan historias; 53% dijeron que esos esfuerzos los estimularon a comprar productos.</p>
<p>Por lo tanto la frase “todas las marcas pueden producir contenido” se vuelve importante en el plano material, no solo en el simbólico. Incluye a toda clase de productos, inclusive los que pueden producir vergüenza por su uso intimo como los de higiene femenina.</p>
<p>Es cierto que hay marcas más atractivas que otras y por lo tanto el trabajo del equipo de marketing será más fácil. Pero todas deben mirar dentro de la compañía, rescatar valores corporativos, y contar historias que resuenen con el público general pero que tengan que ver con misión de la empresa. Para eso no hay plataformas obligatorias: inclusive con el crecimiento en popularidad de las redes sociales los equipos de marketing pueden ir más allá a la hora de comunicar.</p>
<p>Un ejemplo de marketing de marca dificultosa es el de Water.org. Armó una campaña de concientización alrededor de “El día mundial del inodoro”. El reciclado de agua es algo que preocupa a muchos pero pocos conocen sobre el desperdicio que se produce en los baños. Con la ayuda del actor Matt Damon estimularon a las personas con el hashtag #talkshit (del sentido “hablar mal”) para que contaran historias sobre sus propios problemas de plomería. La campaña fue un éxito: más de un millón de personas se sumaron con sus testimonios y 4.000 dejaron que Water.org posteara en sus cuentas de Twitter y Facebook automáticamente.</p>
<p>La campaña fue un éxito porque las historias detrás eran verdaderas pero también porque la estrategia de marketing fue inteligente desde el primer día. Detrás hubo también una fuerte inversión en la iniciativa que se valió del humor para incentivar a las personas a interactuar con la ONG.</p>
<p>Una lección que las marcas inteligentes pueden aprender y, si se animan, llevar más allá.</p>
Las marcas son buenas para contar historias
Ahora que cada vez invierten más en marketing online, deberían aprovechar su capacidad para contar historias y mejorar así el contenido que cargan. así podrían profundizar el vínculo con sus consumidores.