Para medir la digitalización

Booz & Co. elaboró un índice para medir la transformación que está generando la digitalización en las organizaciones. La herramienta muestra con claridad qué sectores van a la cabeza y cuáles a la zaga. 

 
Para comprender mejor hasta qué punto este fenómeno está transformando los distintos sectores de la actividad Booz & Co. creó un índice, Industry Digitization Index,que toma los cuatro factores que abarca el esfuerzo: insumo, procesamiento, producción e infraestructura básica.  
 
En los primeros puestos de la lista aparecen los servicios financieros y el sector de seguros, algo esperable dado que sus productos y servicios son puramente informativos y que, por lo tanto, empezaron hace mucho tiempo a automatizar no solo sus actividades de backoffice sino también sus transacciones con los clientes.  
 
En el nivel más bajo aparecen el negocio de la hospitalidad y el de bienes raíces, que si bien han hecho grandes avances en cuando a digitalización de sus contactos con los clientes, todavía hacen esfuerzos por automatizar su relación con proveedores y la coordinación de todo el management. 
 
Pero la carrera para aprovechar ese valor no ha terminado. Todas las actividades se pueden beneficiar invirtiendo para profundizar la huella digital en todo su ecosistema de negocios. Todo se está combinando para transformar el mundo en que vivimos: conectividad de banda ancha, movilidad inalámbrica, computación en la nube, comercio electrónico y medios sociales.  
 
Todo converge para transformar la forma en que trabajamos, jugamos, consumimos, interactuamos y nos mantenemos en contacto. A este proceso Booz lo llama “digitalización”, que es la adopción generalizada de una amplia variedad de tecnologías, productos y servicios digitales interconectados que van a permitir a las personas, empresas, Gobiernos y hasta máquinas mantenerse en permanente contacto y comunicación, reunirse, analizar e intercambiar cantidades enormes de información de todo tipo. Además, digitalización alude al impacto económico y social que tendrán esas actividades.
Mensajes más precisos 
 
La gente en su casa, en la oficina o en la calle ahora puede encontrar gran cantidad de información sobre casi todo, para luego compartirla, clasificarla y reseñarla para que todos la vean. A su vez, las empresas están recolectando información detallada sobre consumidores y su comportamiento, no solo sobre sus preferencias cuando navegan laWeb sino también sobre el lugar donde están, sus amigos y el comportamiento de sus amigos.  
 
Luego pueden usar esa información para dar forma a sus mensajes de marketing y así hacerlos más precisos y también diseñar mejores productos y servicios. Los Gobiernos también pueden reunir y diseminar información rápidamente, transparentar operaciones y aumentar la eficiencia en su contacto con los gobernados.  
 
El proceso de digitalización se está dando a escala global y ya se están manifestando los beneficios para las empresas que se ponen a la cabeza de la tendencia y, por lo tanto, tienen mayor conocimiento de sus clientes, mayor alcance, mayor productividad y ventaja en la creación de nuevos modelos de negocios. Sin embargo, esos beneficios todavía no se distribuyen en forma equitativa entre diferentes naciones, mercados o sectores de la actividad.  
 
Los investigadores de Booz & Co. buscaron las causas detrás de esta transformación y las ventajas a extraer. En el estudio estudiaron a los sectores que lideran la manada digitalizadora. Para eso, crearon lo que denominan Industry Digitization Index (índice de digitalización por sector). Un complemento clave en la investigación global que realizaron para entender la tendencia y su efecto en las economías nacionales, en los sectores industriales y en la sociedad en su conjunto.
El mundo se digitaliza 
 
Las ventajas para las empresas que se colocan a la vanguardia de la tendencia digitalizadora ya se están haciendo realidad. 
El principal objetivo del índice es simple: entender mejor dónde están y cuáles son los sectores que ya se están beneficiando con la digitalización; y dónde están y cuáles son los que van a la zaga. Otro objetivo es conocer los factores tecnológicos específicos que están permitiendo que ciertos mercados y ciertas actividades avancen a mayor velocidad. Para eso buscaron obtener una imagen completa de la forma en que esos mercados y esos sectores usan la tecnología. Esa imagen incluye cuatro dimensiones, separadas pero muy interconectadas.  
 
La primera es la forma en que la digitalización cambia la manera de hacer transacciones. La segunda comprende las plataformas y herramientas digitales que usan las empresas para orquestar su cadena de valor y las interacciones dentro de su ecosistema. La tercera consiste en la forma en que la digitalización incide en la entrega de los productos y servicios. La cuarta dimensión se refiere a la infraestructura fundacional que sostiene todo, porque sin la conectividad de base y las capacidades de computación, la digitalización sería imposible.  
 
La fuente más completa y confiable para esa información la encontraron en Eurostat, el organismo central de estadísticas de la Unión Europea. Ningún otro país o región tiene en la actualidad una fuente comparable de datos públicos. Por lo tanto, el estudio ciñe el alcance del índice exclusivamente a la Unión Europea. La información que brinda Eurostat incluye datos sobre la relativa sofisticación de las infraestructuras digitales que se encuentran en empresas de 27 mercados nacionales de la UE y datos sobre insumos digitales, procesos internos y producción.
Capacidades digitales 
Al más alto nivel, los primeros tres sectores en términos de digitalización son servicios financieros y de seguros, computación y electrónica, medios de comunicación y telecomunicaciones. 
 
Servicios financieros y de seguros: este sector ha sido siempre el que más invirtió en tecnologías de comunicaciones e información (ICT por sus siglas en inglés). Primero digitalizó procesos de transacciones claves como transferencia electrónica de fondos y asentamientos interbancarios. Luego, digitalizó las actividades de contacto con los clientes y prácticamente todos los aspectos de la actividad minorista y de banca hogareña; creó cajeros automáticos inteligentes y soluciones bancarias para aumentar eficiencia en la entrega de servicios.  
 
Computación y electrónica: los distintos elementos de este sector evolucionaron hacia complejos ecosistemas cuyas cadenas de aprovisionamiento se dividieron en muchos participantes especializados.  
El sector de electrónica, por ejemplo, consiste en un sistema de producción escalonado que incluye diseño de producto e integración de jugadores, como hace Apple con fabricantes de componentes como Samsung e Intel y firmas de ensamblado como Flextronics. En la búsqueda de todavía mayor eficiencia y especialización, el procesamiento digital es esencial para orquestar y controlar esas complejas cadenas de valor, desde procuración electrónica hasta cadenas de suministro sin papeles, logística y fábricas digitales.  
 
Medios y telecomunicaciones: este sector, que incluye firmas de servicios de IT, operadores de telecomunicaciones y empresas de Internet, a la vez provee y usa los medios de digitalización. Como tal, su posición de liderazgo no sorprende pues las empresas en este sector son las que están más cerca de la fuente de digitalización en cuanto a creación y uso de infraestructura y habilitación de tecnologías, capacidades de integración de servicios digitales y demás.  
Aquí, los ejemplos incluyen a Cisco Systems, líder en digitalización de operaciones internas, y Google, que no solo logró jugar un rol visible en la vida digital cotidiana de miles de millones de consumidores sino que además está impulsando aplicaciones basadas en la Web y en tecnologías de nube para digitalizar la forma en que sus empleados trabajan y colaboran entre sí.  
Estas fueron las industrias que pilotearon y perfeccionaron tecnologías como intercambio electrónico de datos y las que permitieron, más recientemente, las comunicaciones máquina a máquina (M2M, machine to machine). La movilidad está brindando un nivel más alto de eficiencia, transparencia y flexibilidad. Empresas globales como Dell hace rato que se dedican a digitalizar sus cadenas de suministro punto a punto, relacionando la demanda del consumidor en tiempo real con cadenas dedicadas a través de herramientas digitales. Ahora, Apple, la compañía más grande del mundo de productos electrónicos para el consumo, está liderando la manada con un pack que combina empresas de ladrillos con servicios y ventas basados en la nube y en tiempo real.
Las menos digitalizadas 
 
En la base de la lista están los sectores de trabajo intensivo, los de la vieja economía como hoteles y restaurantes (el negocio ahora llamado de la “hospitalidad”), construcción, bienes raíces, alquileres y arrendamiento. La posición de cada una de estas actividades puede ser explicada por la relativa simpleza de sus cadenas de valor; el alto grado de interacción personal requerida por la forma de hacer negocios; a menudo por la baja afinidad a la tecnología digital entre sus bancos de trabajo y su naturaleza fragmentada. Tomadas en conjunto, esas características reducen el atractivo de esas actividades a los proveedores digitales, pero al mismo tiempo sugieren que la digitalización ofrece la posibilidad de lograr grandes avances para aumentar eficiencia y atractivo para los clientes. El de la hospitalidad, por ejemplo, es un sector inmenso que ya ha visto grandes avances en digitalización, aunque básicamente en el área de las reservas.  
Los medios sociales tienen la posibilidad de acelerar y profundizar el proceso; hay una oferta variada de servicios digitales que se convertirán en diferenciales para el servicio y el precio. La construcción también verá grandes progresos en la forma de manejar la fuerza de trabajo a través de la automatización de los que hasta ahora son procesos manuales. Y aunque el sector de bienes raíces ya está, en gran medida, online para todo lo relacionado con ventas, la identificación, desarrollo y manejo de los proyectos específicos de construcción siguen muy fragmentados y con procesos análogos.  
La digitalización ofrece, para todos estos sectores de la vieja economía, la posibilidad de hacer enormes avances en eficiencia y servicios al cliente.  
Según datos de Eurostat, más de 70% de las empresas europeas han implementado los elementos básicos: banda ancha, comunicación inalámbrica e infraestructura de computación; según el índice, los sectores varían en no más de 10 puntos en su grado de digitalización de infraestructura.  
En el plano de los insumos, las empresas en muchos sectores están comenzando a armar cadenas de suministro sin papeles para acelerar la procuración de materias primas, aunque la insularidad de los entornos digitales en diferentes sectores todavía quita velocidad al proceso.
Dimensión de los procesos 
 
Los resultados son menos alentadores en la dimensión procesamiento. Indican la existencia de una importante brecha entre la infraestructura basal necesaria para la comunicación en la oficina estándar y el trabajo diario de poner esa infraestructura a trabajar en forma de capacidades de procesamiento digital para aumentar la eficiencia y eficacia de los procesos de negocios. La dimensión de los procesos es un buen termómetro de la cadena de valor central del negocio en cuestión, mientras que las otras tres dimensiones facilitan esos procesos o brindan las interfases necesarias para interactuar con proveedores y clientes.  
En términos generales, cuanto más cerca está una empresa de sus clientes, más aumenta su digitalización. Muchos sectores, especialmente los que tratan de bienes físicos, siguen operando en un modo esencialmente análogo en su trato con proveedores, mientras que los que trabajan con información y servicios han avanzado velozmente en la digitalización del contacto con sus clientes.  
Con respecto a cada sector, las diferencias entre las cuatro dimensiones se destacan más nítidamente. Los servicios financieros y seguros, líderes en digitalización, son fuertes en infraestructura básica, procesamiento de transacciones y digitalización de procesos internos y externos. Claramente, la naturaleza digital de sus productos se presta a la digitalización.

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