Las mujeres ocupan un lugar cada vez más preponderante en la sociedad y en las empresas pero no relegan, todavía, sus actividades en el hogar: se espera de ellas asumir su rol profesional sin dejar de lado sus actividades más tradicionales en el hogar. En este sentido la revolución femenina no liberó a las mujeres sino que aumentó las presiones que se ejercen sobre ella.
El rol del esposo también cambia para adaptarse a esta nueva realidad pero, ¿qué tan importante es el apoyo del compañero a la hora de triunfar profesionalmente? Según los expertos la respuesta es simple “muy”.
En este sentido, la mujer moderna la tiene más fácil: hoy existe un conocimiento más amplio sobre los desafíos asociados a balancear la vida profesional y la familiar. Sin embargo, las cifras muestran otra realidad para otras generaciones. Según el departamento de trabajo de Estados Unidos, la división de las tareas domésticas no es equitativa. 83% de las mujeres se ponen el delantal después del trabajo versus 65% de los hombres; invierten 2,6 horas por día mientras que sus compañeros masculinos, 2, 1 horas.
En el caso de las mujeres profesionales se vuelve especialmente importante el apoyo del compañero de la vida. En promedio, aquellas que alcanzan el éxito profesional tienen esposos que las apoyan en casa y que hacen 50% del trabajo. Esta no es tarea fácil y se trata de negociaciones y tensiones que suceden todo el tiempo.
Tres tipos de mujeres
Según la escritora Bentley Myers hay tres clases de mujeres en el trabajo. Las late boomers, aquellas que triunfan profesionalmente luego de criar a los hijos; las power couples, en donde la mujeres tiene un trabajo demandante y el hombre también; y las breadwinners, que salen a ganar el pan, literalmente, mientras los esposos se quedan en casa full time.
En todos los casos, el apoyo del esposo es fundamental. Eso dice una encuesta a 270 mujeres exitosas hecha por la escuela de negocios de la universidad George Washington. Esto no es siempre fácil: los celos y la competencia son desafíos a superar. “Todavía existen actitudes retrógradas, mas tradicionales, en Estados Unidos. Los hombres tienen que verse más fuertes que las mujeres, por lo menos económicamente. Idealmente, si la mujer gana más dinero el hombre no debería sentirse afectado por eso”, aclara una especialista.
Afortunadamente la dinámica está cambiando y las mujeres profesionales de hoy –y del mañana- enfrentarán menores tensiones en el hogar. La mujer moderna tiene una sensación de responsabilidad compartida en las tareas domésticas y los hombres están entendiendo que es importante hacer más que lo que exige su rol tradicional. De hecho, los hombres de hoy esperan que la mujer trabaje, tanto por razones económicas, como emocionales de la pareja.
