sábado, 23 de noviembre de 2024

Las tasas de interés bajas traban la inversión

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El nuevo presidente del Banco de Desarrollo Asiático, Takehiko Nakao, comenta a  Emerging Markets sobre los desafíos que afronta el banco que preside. 

El Banco de Desarrollo Asiático (BDA), con sede en Manila, Filipinas, deberá encontrar fondos adicionales si quiere mantener sus niveles de préstamos, que en los últimos meses rondaron  los US$ 10.000 millones extraídos de sus Recursos Ordinarios de Capital. 
El BDA reconoce que deberá recurrir a fuentes privadas y públicas para el cofinanciamiento de esos préstamos. En un amplio debate realizado en el Ministerio de Finanzas en Tokio luego de que fuera confirmado como nuevo presidente por la comisión directiva del BDA, el ex viceministro de finanzas para asuntos internacionales de Japón habló de cómo ve el futuro papel del BDA en infraestructura y otras áreas y sobre las relaciones del banco con China. 
Durante el mandato del anterior presidente Haruhiko Kuroda (ahora presidente del Banco de Japón) el ADB consiguió triplicar sus recursos ordinarios de capital para hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera global y a los enormes desafíos de desarrollo de una de las regiones más dinámicas del mundo. Pero como el ingreso por inversiones en el BDA es más pequeño de lo esperado  – en gran medida porque las bajas tasas de interés, el banco necesita encontrar formas de  mantener el nivel de préstamos en alrededor de US$ 10.000 millones al año para financiar infraestructura y otros proyectos, dice Nakao. 
Por el momento es difícil ver una solución, porque es poco realista esperar que los 48 países accionistas del BDA acepten otro aumento de capital en tan poco tiempo; a la vez añade que no descarta que en el corto plazo el banco experimente escasez de capital.
Entre las opciones posibles figura el cofinanciamiento entre el BDA e instituciones del sector público como el Banco de Japón para la Cooperación Internacional y otras similares en Corea y otros países de la región, además de renovar los esfuerzos para conseguir fuentes de cofinanciamiento privado, dice Nakao, quien se especializó en asuntos monetarios y financieros durante sus 35 años en el ministerio de finanzas de Japón. 
“Las asociaciones público-privadas son muy importantes y muchos bancos japoneses y sociedades mercantiles están comenzando a invertir en proyectos de infraestructura”, dice. 
El BDA estima que a Asia le faltan unos US$ 50.000 millones al año para mantener el desarrollo que permitiría a la región cumplir con sus Metas de Desarrollo Milenarias. El banco aprobó el año pasado US$ 21.570 millones en operaciones de financiamiento que incluyen cofinanciamiento, según el Informe Anual 2012 dado a conocer antes de la reunión anual en Delhi.
“Creo que es una tarea importante. Asia se está convirtiendo en un jugador importante en la economía global y la dinámica de Asia está promoviendo crecimiento en todo el mundo, especialmente después de la crisis Lehman Brothers. Hay muchas cosas que tenemos que hacer: crear buena infraestructura, reducir la pobreza, manejar bien los desastres,atender el cambio climático, fomentar los temas de género, desarrollo post conflicto, etc. Pero por supuesto el BDA no puede ser demasiado ambicioso y tratar de ocuparse de todo por su cuenta”. 

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