Según un informe del Departamento de Energía de Estados Unidos publicado ayer, estos recursos de crudo y gas no convencional en Estados Unidos y en otras 137 formaciones de esquisto en otros 41 países están consideradas “técnicamente recursos recuperables”, es decir, aquellos que pueden ser extraídos mediante tecnología actualmente disponible sin conocerse su rentabilidad económica.
Actualmente, sólo Estados Unidos y Canadá producen gas y crudo no convencional o de esquisto en volúmenes comerciales.
Al tratarse de recursos que se pueden producir rápidamente en grandes volúmenes a un costo relativamente bajo, el crudo y el gas de esquisto han revolucionado la producción estadounidense y representaron un 29% de total de la producción de crudo y un 40% de la producción de gas en ese país en 2012.
Asimismo, varios países han comenzado a evaluar y comprobar el potencial de sus formaciones de esquisto, entre ellos Polonia, Argentina, Australia, China, Reino Unido, México, Rusia, Arabia Saudí y Turquía.
Más de la mitad de los recursos de crudo no convencional identificados fuera de EE.UU., si bien su explotación se encuentra en fase inicial, están concentrados en Rusia, China, Argentina y Libia, mientras que más de la mitad de los recursos de gas de esquisto fuera de fronteras estadounidenses se encuentran en China, Argentina, Argelia, Canadá y México.
EE.UU. sería el segundo país, tras Rusia, con mayores recursos de crudo no convencional y el cuarto en cuanto a gas de esquisto, según el informe.
El Departamento de Energía estadounidense estima que el volumen de recursos técnicamente recuperables a nivel mundial sería de 345.000 millones de barriles equivalentes de crudo y 7,299 billones de pies cúbicos de gas.
El organismo informó de que los volúmenes definitivos podrían ser más elevados ya que el informe no evalúa otras potenciales formaciones rocosas como las que se encontrarían bajo grandes yacimientos de crudo en Oriente Medio y la región del Caspio.
En Estados Unidos, el uso de técnicas como la fracturación hidráulica o la perforación horizontal han revelado la existencia de grandes depósitos de crudo y gas atrapados en formaciones rocosas de esquisto.
La producción de crudo, impulsada por los yacimientos de esquisto en Dakota del Norte, se ha incrementado en un millón de barriles al día respecto a un año antes, reduciendo la necesidad de importar petróleo.
La semana pasada, la producción petrolera en Estados Unidos superó las importaciones por primera vez desde 1997, según datos del Departamento de Energía.
Chevron
Desde la estatización de YPF, la explotación de shale petróleo y gas son prioridades en la política de fortalecimiento de la compañía expropiada a Repsol.
Las riquezas descubiertas en Vaca Muerta constituyen un activo que la compañía estatal aún no logra poner en marcha por no conseguir financiamiento internacional para proyectos de esa envergadura, debido a las trabas judiciales tanto relacionadas con la deuda en default como a acciones legales entabladas por compañías internacionales afectadas en la relación con el gobierno nacional.
Está el caso de Chevron, por ejemplo, que llegó a un arreglo con YPF para explotar un área de Vaca Muerta, pero estaba impedida de hacerlo por un embargo que pesaba sobre sus activos en Argentina entablado por el gobierno de Ecuador.
Una intervención reciente de la Corte allanó el camino al levantarlo.
También la Corte Suprema de EE.UU. tiene que resolver la apelación de compañía energética británica BG Group, que busca restaurar un fallo de US$185 millones que ganó en 2007 contra Argentina en una mediación.
PLCBG argumentó que el gobierno argentino destruyó sus inversiones en el sector de distribución de gas natural del país a través de una serie de medidas estatales durante la crisis económica de 2001-2002 en Argentina.
El comité de mediación, con sede en Washington, otorgó a BG US$185 millones, pero Argentina demandó en Estados Unidos y convenció a una Corte de Apelación de anular el fallo. Y ahora los jueces de la Corte Suprema escucharán el caso durante el siguiente período judicial que comienza en octubre.