El Instituto de Desarrollo Económico y Social Argentino (IDESA) revela en su último informe que actualmente en las escuelas de gestión estatal en los tres niveles de educación hay 7,2 millones de alumnos y 465 mil cargos docentes. O sea, hay 15 alumnos por cada cargo docente.
Estos datos oficiales, según el staff que encabeza el economista Jorge Colina, aportan indicios fuertes sobre la muy baja eficacia con la que se está administrando el inédito nivel de inversión en educación.
Refuta de ese modo lo que denomina discursos de contenidos superficiales, sobrecargados de autoelogios y descalificaciones al adversario que abundan en la campaña electoral, y subraya que, como contrapartida, prevalece la ignorancia y la autocomplacencia respecto de problemas muy trascendentales.
Indica como uno particularmente importante el deterioro de la educación pública, y puntualiza que los ciudadanos pagan niveles récord de impuestos para sostener el gran crecimiento en la inversión pública en educación, pero este esfuerzo está siendo derrochado debido a una gestión educativa de muy baja calidad
Reconoce que la inversión pública en educación creció en los últimos años de manera muy importante: desde un nivel de 4% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2004, cuando comienza la gran bonanza de la última década, actualmente supera el 6% del PBI, lo cual da motivo a la autocomplacencia entre gran parte de la dirigencia política. Prevalece la visión simplista de considerar que, por el sólo hecho de incrementar los recursos, la mejora en la educación se da de manera espontánea y automática.
En este marco analiza la información oficial sobre matrícula y cargos docentes que recientemente el Ministerio de Educación de la Nación actualizó. Tomando a las escuelas de gestión estatal entre 2004 y 2011 se observa que:
- La matrícula del nivel inicial, primaria y secundaria de todo el país se incrementó en apenas 98 mil alumnos, es decir, aumentó sólo 1,4% en 7 años.
- La cantidad de cargos docentes, en cambio, creció 16,7% como consecuencia de la creación de 67 mil nuevos cargos en los 7 años.
- Esto significa que en las escuelas estatales se nombraron 2 docentes por cada 3 nuevos alumnos.
Estos datos oficiales aportan indicios fuertes sobre la muy baja eficacia con la que se está administrando el inédito nivel de inversión en educación.
Si bien hay excepciones, prevalece como tendencia usar la mayor parte de los recursos adicionales para contratar más docentes y aumentar los salarios, sin considerar la calificación, el esfuerzo y el compromiso de cada uno de ellos con el aprendizaje de sus alumnos.
Así, se llega a que actualmente en las escuelas de gestión estatal en los tres niveles de educación hay 7,2 millones de alumnos y 465 mil cargos docentes. O sea, hay 15 alumnos por cada cargo docente.
Evaluaciones
En paralelo, las evaluaciones internacionales de desempeño educativo colocan a la Argentina en franco retroceso.
Las familias perciben este deterioro y optan por enviar sus hijos a las escuelas de gestión privada. Prueba de ello es que este sector del sistema educativo explica el 80% del crecimiento en la matricula en los últimos 7 años.
La masiva migración hacia las escuelas privadas contrasta con el hecho de que entre la gran mayoría de los padres prevalece un sentimiento de cariño y reconocimiento muy grande por las escuelas estatales en las que ellos mismos se formaron.
El sacrificio que implica pagar una escuela privada pone de manifiesto el nivel de resignación que les genera el deterioro de las escuelas estatales sometidas a permanentes conflictos gremiales y desidia en la gestión.
En igual sentido, el estancamiento en la matricula en las escuelas estatales sugiere la baja eficacia de la Asignación Universal por Hijo como mecanismo que estimule la permanencia en el sistema educativo.
Mientras que en otros países los programas de transferencias condicionadas impactan positivamente en la escolarización de los hogares más pobres, en la Asignación Universal por Hijo este efecto se diluye debido al vetusto diseño y los rústicos mecanismos de control utilizados (la Libreta de Salud y Educación).
Concluye que nunca se pagó tantos impuestos como en la actualidad, pero ello no es recompensado con más y mejores servicios, porque gran parte de los recursos públicos son derrochados; incluso los que son asignados a fines sociales.
Fuente: IDESA.