“Ahora mi problema es gobernar, no es estar preocupada por quién va a ser candidato, porque también hay indefiniciones”, dijo Rousseff durante una entrevista a radios locales de Itajubá, adonde viajó a inaugurar una fábrica de transformadores de alta tensión.
Consultadas sobre las últimas encuestas, que la muestran venciendo en primera vuelta, la Presidenta dijo que tiene que gobernar y no puede atender las dos cosas simultáneamente.
“Mi actividad principal es ejercer hasta el último minuto que pueda, todos los días, la presidencia de la república. Considero que las personas que quieran candidatearse tienen que prepararse, estudiar mucho, ver cuáles son los problemas de Brasil, tener propuestas. Yo me paso el día entero gobernando”, precisó la mandataria, citada por la Agencia Brasil (AB).
Según la Presidenta, ejercer la presidencia es bastante complejo y ella es exigente consigo misma y con todos sus ministros para entregar los mejores servicios a la población.
“Tenemos la obligación política, ética, moral, de entregar al pueblo brasileño aquello que demanda: mejora en la calidad de los servicios, en la calidad de vida, un Brasil cada vez más rico y más respetado internacionalmente”, dijo en clara alusión a las masivas protestas de junio pasado.
La fábrica inaugurada por Dilma pertenece a la empresa Balteau Produtos Elétricos, y es la única en transformadores e instrumentos de alta tensión, con un capital 100 por ciento brasileño.
La presidenta también informó, a travñes de su cuenta de Twitter, que ordenó al Servicio Federal de Procesamiento de Datos (Serpro) la implantación de un sistema de correo electrónico que proteja del espionaje los mensajes oficiales.
“Ordené al Serpro la implantación de un sistema seguro de e-mails en todo el gobierno federal. Esta es la primera medida para ampliar la privacidad y la inviolabilidad de los mensajes oficiales. Es necesaria más seguridad para prevenir posibles espionajes”, twiteó la mandataria a través de tres mensajes.
La prioridad del gobierno brasileño contra el espionaje estadounidense surgió a partir de las denuncias hechas en los últimos meses por el norteamericano Edward Snowden, exempleado de una empresa que prestaba servicios para la inteligencia de los Estados Unidos.
Otro blanco del espionaje fue el Ministerio de Minas y Energía. Por medio de su cuenta de Twitter, la presidenta también reclamó la semana pasada al ministro a cargo de esa cartera, Edison Lobao, una “rigurosa” evaluación y refuerzo de la seguridad de esos sistemas” de comunicaciones.
La información difundida por la presidenta encastra con las declaraciones de ayer de su ministro de Defensa, Celso Amorim, quien afirmó que está en curso una guerra cibernética ante la cual hay que adoptar una estrategia específica.
“La cibernética ha sido tratada por algunos actores como una nueva dimensión de la guerra, además de las dimensiones terrestre, naval, aérea y espacial”, declaró Amorim en relación a los casos de espionaje por parte de los Estados Unidos y Canadá.
El ministro añadió, según un despacho de la agencia ANSA, que el área cibernética fue definida como una de las “prioridades” de la nueva Estrategia Nacional de Defensa, sancionada en 2008 y cuyas premisas fueron actualizadas recientemente por el Congreso.
El ministro consideró “descabellado” el argumento norteamericano de que es necesario invadir las comunicaciones de naciones amigas para protegerlas del terrorismo y citó el discurso de Rousseff ante la ONU, el mes pasado, en el que repudió el espionaje cibernético.
Dilma: ahora gobernar, luego la reelección
La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó estar ocupada en gobernar para resolver los problemas de los brasileños y que oportunamente tratará el tema de las próximas elecciones del 2014.