Las monedas de las economías emergentes sufrieron un golpe esta semana con la apreciación del dólar que se produjo por la difusión de mejores expectativas de empleo en Estados Unidos y los rumores de que el banco central podría comenzar a elevar el costo de los préstamos en la segunda mitad del año.
Las monedas más sensibles a un cambio en la política monetaria norteamericana son el real brasileño y el peso mexicano. La lira turca y el rand indio dependen fuertemente de los flujos de capital de corto plazo. Gran parte del endeudamiento de estos países está denominado en dólares y una apreciación les encarece la deuda.
El real brasileño está llegando a su cota más baja en diez años frente al dólar. El peso mexicano se desploma también a niveles no vistos desde 1993, siempre frente al dólar. La lira turca cae a menos de 0,4 dólar y el rand sudafricano llega a su mínimo en 13 años, por debajo de 0,1 dólar.