Brasil será para Li la primera escala de una gira que incluirá también visitas a Colombia, Perú y Chile, con la que se reforzará el carácter estratégico que ha adquirido América Latina para China, que pretende elevar sus inversiones en la región a unos 250.000 millones de dólares en la próxima década.
Li será recibido con honores de Estado por Rousseff, con quien, según han anunciado fuentes oficiales, presenciará la firma de una treintena de acuerdos bilaterales que pueden llegar a sumar unos 50.000 millones de dólares en negocios e inversiones en vastos sectores de la economía brasileña.
Según el subsecretario general del departamento de Política de la Cancillería brasileña, José Alfredo Graça Lima, esos acuerdos serán en las áreas de agricultura, aeronáutica, piezas para autos, electricidad, equipos de transporte, rutas, puertos, energía, siderurgia y banca, entre otras.
Uno de esos acuerdos supondrá comenzar a concretar la venta de 60 aviones de la brasileña Embraer a dos aerolíneas chinas, que fue acordada a mediados del año pasado, durante una visita del presidente Xi Jinping.
En Brasilia se firmará un contrato para la venta de los primeros 22 aviones de ese paquete, que en su totalidad pudiera representar un negocio de unos 3.000 millones de dólares, según cálculos de expertos.
También serán suscritos convenios de cooperación en el sector ferroviario que podrían abrir las puertas para multimillonarias inversiones chinas en un área que Rousseff ha decidido poner en el centro de sus planes de infraestructura para los próximos años.
Uno de los proyectos que se barajan en ese sector tiene amplitud regional y supondría la construcción de un ferrocarril entre las costas atlánticas del noreste de Brasil y los puertos peruanos del Pacífico.
“Ese ferrocarril transoceánico sería un gran corredor para las exportaciones” de Perú hacia el Atlántico y de Brasil hacia el Pacífico, sostuvo Graça Lima, quien explicó que los detalles del proyecto serán negociados también con el gobierno peruano.
Brasil pretende también concluir las negociaciones para la reapertura del mercado chino para sus exportaciones de carne bovina, limitadas desde fines de 2012, cuando se registró en el país un caso atípico del “mal de las vacas locas”.
Según dijeron fuentes oficiales citadas por la agencia Efe, la reapertura del mercado chino sólo depende de una decisión “burocrática”, que pudiera ser formalizada durante la visita de Li.
Rousseff también explorará con el primer ministro las alternativas para aumentar el intercambio con China, que se mantiene como el primer socio de Brasil en el mundo, pero con un flujo de comercio que se contrajo un 6 % en 2014, cuando alcanzó la suma de 78.000 millones de dólares.
La tendencia a la baja del intercambio con China, que contribuyó al déficit de 3.930 millones de dólares que Brasil tuvo en 2014 en su balanza comercial, se ha mantenido en los primeros meses del año y preocupa al gobierno brasileño, que apuesta en las exportaciones para ayudar a equilibrar la economía del país.