En los cambios en el precio del petróleo inciden un dólar que aparece debilitado, y serios problemas de aprovisionamiento de la demanda como en Canadá, por los grandes incendios forestales, y Nigeria por efecto del terrorismo y las inundacione.
Una de las consecuencias es que el shale oil estadounidense está aumentando su producción ya que con estos precios se convierte en rentable el yacimiento. Mientras tanto la OPEP, sin ningún acuerdo específico suscripto, ha logrado mantener sin cambios las cifras totales de producción de los países del grupo.
En el caso del gas, el menor consumo se explica por el estancamiento general de las economías europeas. Además hay un nuevo actor en ese continente: las importaciones de gas natural licuado provenientes de Estados Unidos. Al punto que Gazprom, la gran empresa rusa, se verá obligada a cambiar su modelo de negocios ya que con el actual, solamente retrocede posiciones.