El turco es un idioma neutro en cuanto al género. De manera que el adjetivo turco para trabajador/ trabajadora en ese idioma es una forma única. El traductor de Google ha sido acusado de machista porque si encuentra el adjetivo “trabajador” (que en su forma turca neutra termina en “o” aunque se refiera a hombre o mujer) lo traduce como masculino. Pero si encuentra el adjetivo neutro haragán (también termina en “o”), le adjudica género femenino.
Lo mismo ocurre cuando traduce del chino, que también es un idioma neutro. En cierta medida, no es culpa de Google. El algoritmo basa sus traducciones en un enorme caudal de lenguaje humano, de manera que solamente refleja una parcialidad que ya existe. Cuando traduce del turco o del estonio, la palabra “doctor” es siempre para un hombre y la palabra enfermera siempre va para una mujer.
Simultáneamente, la automatización refuerza las tendencias porque les da una idea de precisión matemática