La cadena de farmacias más grande de EE.UU compra una gran firma de seguros, y sorprende. No hay sector de la economía tradicional que no se sienta amenazado por la constante disrupción tecnológica, especialmente la que produce cambios sustanciales en el modo usual de hacer negocios en toda actividad.
Hay gigantes del ámbito online que expanden sus actividades sin cesar. Y los actores tradicionales, que han comenzado a asumir la inevitabilidad del proceso, buscan tomar la delantera y estar en mejor posición para soportar la embestida, cuando llegue.
Eso explica el reciente paso de CVS, la cadena de locales farmacéuticos más grande de Estados Unidos, que en forma rápida y sin estridencias decidió tomar control de una importante y conocida firma de seguros como Aetna. En el acto los analistas financieros y de negocios se preguntaron: ¿cuál es la explicación de esta movida? Enseguida vino, fulminante, la respuesta: Amazon.
Este gigante del retail digital amenaza con incursionar en el terreno de ventas de medicamentos – y entrega- a personas o instituciones, con su inagotable capacidad logística. Eso explica que CVS haya tomado control de Aetna con una inversión total de US$ 69 mil millones. Es parte de un proceso de consolidación en una enorme variedad de empresas con diferentes especialidades que hacen frente a lo que suele ser la demoledora competencia por parte de los gigantes de Internet.
En muchos casos, el despliegue de ambos lados de la barrera (los actores tradicionales y los recién llegados) lesiona o ponen en tela de juicio a buena parte de legislación anti trust existente (contra el accionar de los monopolios). Lo que supone un nuevo desafío para las autoridades regulatorias.
El acuerdo por US$ 69 mil millones, uno de los mayores del año 2017, tiene el potencial de reconfigurar la inmensa actividad de la atención de la salud. La nueva realidad permite suponer que el nuevo conglomerado con ingresos anuales por US$ 200 mil millones, seguirá teniendo sus cuarteles centrales en una pequeña población de 41.000 habitantes (la actual sede de CVR).
El lugar para sede de un gran grupo
Algo que hay que mirar con atención. La tendencia de los últimos años era a la instalación en grandes centros urbanos, antes que a razones históricas o geográficas. La tendencia contraria la ejemplifica GE que abandona su sede en los suburbios de Connecticut para alojarse en Boston.
En el caso de los gigantes digitales, parece que prefieren instalarse en hubs, en grandes nudos geográficos y urbanos. Esa tendencia dominante, esa preferencia por los grandes centros urbanos acelera la desigualdad de oportunidades y la equidad. De ese segmento de población perjudicada surgen claramente los adeptos de Donald Trump.
La movida de CVS con Aetna, que la convierte en la segunda empresa del país por el monto de sus ingresos (después de Walmart), es un movimiento en la dirección contraria a esa tendencia.
Lo que está en juego es si las grandes corporaciones pueden afrontar tener su sede y poder de decisión en pequeñas localidades (en el caso de Walmart, en Bentonville. Arkansas, con 47.000 habitantes).
CVS es mucho más que un negocio de venta de productos farmacéuticos. Ahora es una empresa especializada en ciencias de la salud.