Sastres con historia

    Desde que Brooks Brothers abrió sus puertas hace 173 años en la esquina de Katherine y Cherry Street, en el distrito vecino al puerto de Nueva York -hoy convertido en el centro financiero más importante del mundo- ningún presidente de Estados Unidos dejó de comprar sus prendas allí.

    Dicen que cuando Abraham Lincoln cayó fulminado por un disparo la noche del 14 de abril de 1865 lucía una chaqueta con etiqueta de la firma. George Bush continúa la tradición y el presidente de la Fiat, Giovanni Agnelli, jamás pasa por Nueva York sin hacer pie en la célebre tienda que hoy tiene domicilio en 346 de Madison Avenue.

    Uno de los secretos del éxito de la casa es el culto a lo invariable. Su modelo 199, un saco con tres botones que data de 1908, ha resistido imperturbable el paso del tiempo. Por eso concentra las adhesiones de empresarios y financistas de todas partes del mundo.

    En 1988 Brooks Brothers fue adquirida por US$ 1,2 millones por la distribuidora inglesa Marks & Spencer, que organizó su desembarco en otras latitudes. Italia fue la puerta de Europa, donde se instalaron 5 representaciones durante 1991. El abogado Giovanni Agnelli, de parabienes, ahora tendrá las camisas al alcance de la mano.

    Perlas negras.

    LA NUEVA REINA DE LA JOYERIA.

    Su nombre científico es Pinctada margaritifera, pero comúnmente se las llama “ostras de labios negros de Tahití”, aunque a veces provengan de otros lugares de la Polinesia. Las otras donde se originan son mucho más grandes que las de las perlas blancas y están reconocidas oficialmente como productos de excepción.

    Son, sin embargo, unas “recién llegadas” al reino de las gemas y de la moda. Un nuevo símbolo de Tahití. Y una nueva industria, aunque de escasa producción: se recolectan anualmente 350 kilos frente a las 70 toneladas de perlas blancas que Japón cosecha cada año.

    Originariamente no se descubría más que una perla negra entre diez mil ostras. Después de que se aprendió a injertarlas con éxito, las cosas cambiaron. Solamente especialistas realizan la delicada operación de introducir el injerto (un fragmento de tejido) en la ostra apenas entreabierta.

    Para conocer el resultado es necesario esperar dos años, con la condición de que la ostra haya sobrevivido (la tasa de mortalidad oscila entre 10 y 40%( y que no haya habido rechazo (10% de probabilidades), lo que se verifica colocando la ostra injertada en una especie de bolsita que además la protege de los depredadores. Estos u otros muchos cuidados merecen las perlas negras hasta encontrarse con la piel de la mujer y establecer con ella una misteriosa relación de serenidad y de belleza.

    FORMAS Y COLORES.

    Las más cotizadas son las redondas y semirredondas. Les siguen las semibarrocas (peras, gotas, aceitunas) y las borrocas, de forma caprichosa.

    el diámetro de las perlas negras oscila entre 9 y 18 mm. y es uno de los factores predominantes de su precio. El tamaño máximo hallado hasta ahora es de 24 mm.

    La denominación de “perla negra” abarca, en realidad, a una variedad de colores, que se cotizan según este orden: verde iridiscente o ala de mosca, arcoiris, malva berenjena, negro brillante, gris con todos su matices, y dorado.