Se deterioró aún más el índice general
de solvencia. Las entidades oficiales pierden posiciones, aunque
los bancos de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires
vuelven a encabezar el ranking. El Río y el Galicia marchan
al frente de los privados.
La situación del mercado financiero local continúa
siendo difícil, a pesar de que no se cumplieron los pronósticos
de algunos analistas que anunciaban caídas de importantes
instituciones. Todo indica que las principales entidades del sector
privado consolidaron su situación, por lo menos en lo que
a depósitos se refiere.
En cambio, la banca oficial perdió posiciones en términos
relativos, aunque el liderazgo en materia de depósitos
sigue en manos del Banco de la Nación, seguido por el Banco
de la Provincia de Buenos Aires.
Entre los privados, el Río se ubica en la cabecera, escoltado
a muy corta distancia por el Galicia. Hay que destacar, además,
el fuerte avance del Banco Francés. Entre el último
ranking de la banca publicado por MERCADO, que reflejaba las cifras
al 30 de junio de 1991, y el actual (que, debido al retraso en
la información proporcionada por el Banco Central, llega
hasta el 29 de febrero pasado) los depósitos del Francés
crecieron 108.7%, al pasar de $ 203,4 a $ 424,5 millones.
La circunstancia de que las cifras correspondientes a junio del
año pasado fueran publicadas con menos de dos meses de
demora, en tanto que las de febrero se dieron a conocer tres meses
y medio después, revela hasta qué punto el organismo
rector de las finanzas fue perdiendo actualidad en sus
informes. Lo peor del caso es que todo parece indicar que en el
futuro el plazo se irá extendiendo, debido a los crecientes
problemas internos que padece el Banco Central.
Con respecto al anterior ranking de bancos de MERCADO, se percibe
una regular evolución de los depósitos en dólares.
Aunque crecieron de US$ 5.703,7 a US$ 8.431,7 millones, continuaron
manteniendo sin mayores variantes su proporción dentro
de los depósitos totales. Representan 47,72% de la cifra
global, mientras que en 1991 equivalían a 47,91%.
Pese a ello, hubo algunas entidades que en este aspecto exhibieron
un comportamiento muy destacado, como el del Banco de la Provincia
de Buenos Aires, cuyos depósitos en dólares pasaron
de 26,99% a 34,05% del total. Por su parte, los del Banco de Galicia
treparon de 56,03 a 63,39%, mientras que en el Shaw esa relación
ascendió de 61,55 % a 63,96%.
En el flanco opuesto, es decir, el de las entidades en las que
descendió la participación de los depósitos
en dólares, se ubica el Lloyds Bank. En esta entidad y
siempre en igual período, retrocedieron de 54,54% a 36,28%,
mientras que en el Bank of Canada bajaron de 87,22% a 81,39%.
Los 10 Primeros Depósitos Totales al 29-2-92.
Entidades En millones $
1 de la Nación (1) 2423.4
2 Pcia. Bs. As. 1928.5
3 Río de la Plata 824.0
4 de Galicia y Bs. As. 780.1
5 Ciudad de Bs. As. 560.9
6 Bank of Boston 555.6
7 Pcia. de Córdoba 546.7
8 Citibank 529.5
9 BNL 488.0
10 de Crédito Arg. 478.9
(1) Al 31-12-91
CAPITALIZACION.
Los cambios más significativos del último año
se observaron en los índices de solvencia patrimonial de
las entidades, que surgen de relacionar el patrimonio neto (capital
más reservas y utilidades disponibles) con las obligaciones
totales. Las cifras indican claramente que el aumento del pasivo
exigible, originado, en gran parte, por la expansión de
los depósitos, no se correspondió con un aumento
de los recursos propios.
De esta forma, el índice promedio de todas las entidades,
que al 30 de junio de 1991 ya era bajo (0,28) retrocedió,
ocho meses después, a 0,18, de lo que se desprende la urgente
necesidad de que las instituciones encaren un plan progresivo
de capitalización, para que los recursos propios alcancen
una relación más adecuada con el volumen de los
negocios.
En este aspecto, el retroceso más importante se registró
en el banco líder (Nación), cuyo patrimonio neto
disminuyó (con respecto al 30 de junio del año pasado)
de $ l.666,7 a 415,6 millones (75,1%).
Esto refleja las abultadas pérdidas operativas, en parte
influidas por los gastos derivados del redimensionamiento de sus
estructuras administrativas, que incluyó a fines del año
pasado un plan destinado a reducir significativamente el plantel
de personal.
La contracción del patrimonio fue acompañada por
el aumento del pasivo exigible, que trepó de $ 3.457,1
a $ 5.414,6 millones. La expansión de los depósitos
totales, de $ 1.904,8 a $ 2.423,4 millones, justificó 26,5%
de este aumento ($ 518 millones).
El Banco del Sud, de Bahía Blanca, exhibió también
un retroceso muy importante en esta área. Su patrimonio
neto se mantuvo sin mayores variaciones en torno a $ 24 millones,
pero las obligaciones totales treparon de $ 141 a $ 257 millones,
lo que se debió, fundamentalmente, al importante
crecimiento de los depósitos totales, que pasaron de $
98,5 a $ 187,7 millones. Este es un caso típico de aumento
de negocios sin la correspondiente contrapartida de crecimiento
de los recursos propios.
En algunas entidades, como es el caso del Banco Macro, la mayor
parte del patrimonio neto esta constituida por utilidades acumuladas,
que a fines de febrero sumaban $ 19,5 millones y representaban
79% del patrimonio neto ($ 24,7 millones).
Carlos E. Videla, director del Macro, anticipó a MERCADO
que el margen actual de beneficios de la entidad oscila en $ 2
millones por trimestre, es decir, que al cierre del período
anual (31 de diciembre) el patrimonio se ubicaría por encima
de $ 31 millones, y de esta cifra, 82% correspondería a
los resultados acumulados.
En una situación bastante similar se encuentra el Banco
Roberts, cuyas utilidades acumuladas ($ 43,3 millones) contribuyen
con 52,5% de su patrimonio neto ($ 82,4 millones).
Por su parte, el subgerente general de administración del
Banco Velox, Carlos Peguet, señaló a MERCADO que
las cifras que ubican a la entidad entre los últimos puestos
del ranking de solvencia patrimonial, de alguna forma están
distorsionadas, debido a que el pasivo total exigible incluye
$ 84,9 millones (43,2 % del total), integrados por operaciones
de comercio exterior y de cambios, en las que la entidad actúa
como simple intermediaria. Por tal causa, en el activo figura
la correspondiente contrapartida, de manera que en la práctica
ese importe no significa un compromiso exigible para la entidad.
Luis García.
