Al despuntar 1992, en su edición de febrero, MERCADO se metía de lleno con un tema casi tabú: la evaluación de los “milagros económicos”. Y apostaba a una predicción ya desde su mismo título: “No hay ajuste duradero sin exportaciones”.
“Cuando se habla del ajuste económico, las opiniones del ex ministro Hernán Büchi tienen el efecto de un voto calificado. Esta condición no está referida a sus méritos políticos o académicos, sino a los antecedentes que exhibe como autor del milagro chileno. Por ese motivo consigue abrir los oídos de banqueros, inversores y gobiernos. Sus interlocutores toman muy en serio las dudas que manifiesta acerca de la administración de las políticas económicas que están de moda en la Argentina, Uruguay, México, Brasil, Costa Rica o su propio país. Tienen el valor de las críticas que realiza un promotor y no un detractor de las ideas en boga.” “Büchi agrega verdadera sustancia a un conflicto irresuelto. Es el que se refiere a la baja prioridad que asignan al equilibrio del comercio exterior los responsables de conducir esas políticas. Sus apreciaciones no se limitan a poner en tela de juicio el futuro de la
balanza comercial, sobre el que en todas partes hay debates periódicos, sino que se extienden al enfoque que brinda apoyo a las ideas de quienes suponen que, con equilibrio del presupuesto y control monetario, la deuda externa, el déficit de la balanza de pagos y la estabilidad se arreglan solos.”
“Que se sepa, el ex ministro chileno es el único autor reconocido de milagros económicos que comparte la visión japonesa de buscar al mismo tiempo el equilibrio financiero y el equilibrio real. Es consecuente con la idea de que para insertarse en el mundo hay que tener posibilidad cierta y constante de vender, comprar e invertir. También cree que una apertura económica sin promoción de
exportaciones es una apuesta sin futuro. No se alinea con los que aceptan colocar la aludida promoción como un mero apéndice del presupuesto o del programa monetario.”
“Desde hace varios años, hay muchos economistas que operan con premisas que chocan con visiones como la de Büchi. Creen que un amplio superávit comercial no constituye un alivio para negociar la deuda externa o estimular la economía, sino un resorte para la emisión de dinero. En consecuencia, no piensan que exportar es crecer, sino que es emitir.”
“La segunda pieza de este enfoque es que se requiere la combinación de apertura económica con tipo de cambio bajo, retrasado o fijo, para combatir, de una sola pedrada, la inflación que provoca el superávit comercial, las desviaciones de los precios internos y meter presión sobre el criterio de
competitividad prevaleciente en la economía.”
“La creatividad de los países endeudados para fijar sus políticas de ajuste suele limitarse a las adaptaciones técnicas para la puesta en escena. Este guión surge de un enfoque monetario que alientan, con ligeras variantes y a instancias de sus principales aportantes (excluido Japón), los organismos multilaterales de crédito. El perfil de condiciones para recibir los préstamos abarca medidas de reestructuración y achicamiento del Estado, la simplificación y desregulación económica, la apertura del mercado y otros resortes pensados para que la caja presupuestaria funcione bien.”
“¿Por qué preocupa la expansión financiera provocada por el superávit de la balanza comercial, que tiene la misma consistencia con la Ley de Convertibilidad que las operaciones vinculadas con el mercado de capitales, y no produce la misma inquietud el efecto monetario de los fondos que se emitieron o emitirán para comprar las divisas originadas en créditos multilaterales, colocaciones financieras y los fondos captados por la Bolsa?”
“El ministro Cavallo no inventó la emergencia económica, sino que tuvo la misión de doblegar la tempestad que le dejaron. Pero la gran duda que plantea Büchi sobre el futuro de la balanza de pagos sigue siendo válida. Es que, si su diagnóstico es correcto, los éxitos de fondo logrados por este gobierno pueden convertirse en una mera pausa entre dos etapas de la misma emergencia
económica.”
