MERCADO está en Internet, en una forma en que no lo está
ningún otro medio en la Argentina. Desde el 20 de marzo
pasado, lo que se puede encontrar en la home page de esta revista
(cuya dirección aparece en el título) es lo siguiente:
• La última edición que se encuentra distribuida
simultáneamente en los kioscos.
• La colección completa de la revista de los últimos cinco
años (1991-1996).
• Los rankings de ventas y resultados de las principales
empresas argentinas de los últimos 26 años (desde 1969 hasta la
fecha).
En marzo ocurrieron también dos acontecimientos destinados a
cambiar la historia de la Internet en la Argentina, pero
especialmente a transformar su futuro inmediato. Primero, se
estableció la conexión total entre los más grandes proveedores
de acceso en nuestro medio, lo que permite —hasta ese
momento no era posible— que el usuario que esté enlazado
por uno
de ellos pueda ver los emplazamientos (las home pages) ubicados
en los otros.
El segundo acontecimiento es una revolución en las tarifas.
Ahora hay proveedores que brindan el servicio por una tarifa
fija (hay de 45 a 50 pesos) mensuales, con independencia del
tiempo que se esté en conexión con Internet (además,
naturalmente, del costo de la llamada telefónica local).
El profundo significado de estos hechos se apreciará, en toda su
magnitud, en las próximas semanas. Lo que se viene es una
explosión en el número de personas que decidirá conectarse a
la autopista cibernética. No es aventurado arriesgar que en
breve tiempo se duplicará o triplicará el número de abonados a
los distintos sistemas de enlace ofrecido.
Este inédito panorama —inimaginable para muchos hace apenas
pocas semanas— supone un estallido en las posibilidades
comerciales y publicitarias de la Internet en la Argentina.
Lo que seguirá, casi de inmediato, es una revolución en materia
de contenidos. Los usuarios no solamente buscarán material
de toda índole en idioma extranjero. Muy especialmente
recorrerán la red en busca de contenidos locales, en idioma
castellano.
La oportunidad —el timing, dirían en otras latitudes—
no podría ser más ajustado para MERCADO. No solamente esta
edición contiene la más actualizada investigación
periodística sobre el estado del tema en el ámbito local e
internacional,
sino que, además, todo el contenido editorial de nuestros
productos está a disposición del público para ser consultado.
Con todo, ésta es apenas la primera etapa de un proyecto mucho
más complejo y ambicioso. Al final del camino está la
revista digital del futuro. En el medio, sucesivas aproximaciones
donde por experimentación se irán creando mecanismos de
consulta interactiva con los lectores, productos especialmente
concebidos para ser consultados on-line, y nuevos canales
publicitarios y de marketing que hoy apenas están esbozados en
teoría.
Será un aprendizaje mutuo y permanente, entre los lectores, los
anunciantes y los editores. Habrá toda una generación de
subproductos y de servicios de alto valor agregado que estarán a
disposición de quien los demande en forma instantánea.
Es una aventura fascinante a la que estamos consagrados, y para
la cual nos venimos preparando desde hace tiempo.
Gracias a esto es que contamos con todos los archivos
electrónicos de las revistas editadas en los últimos cinco
años (y todos
los rankings desde 1969) que pudieron trasladarse sin problemas a
su nuevo formato en la Internet.
Para los anunciantes de MERCADO hay una gran novedad: durante los
próximos tres meses todo cliente que inserte
publicidad en la revista tendrá derecho a hacerlo —sin
cargo— en nuestra home page en Internet. También los
anunciantes
deben hacer la experiencia junto con nosotros. A todos nos
interesa saber cuál será la reacción de quienes consulten
nuestro
material en Internet, cuántos son, qué es lo que buscan y de
qué modo se aproximan.
