China, ¿acabará revaluando el yüan?

    Según medios de prensa locales, banqueros y analistas creen que, por fin, Beijing dejará bajar el dólar. Tras la presión del G-7, China tal vez permita un alza del yüan. El gobierno no quiso hacer comentarios al respecto.
    Concretamente, un trascendido publicado en el semanario Chine Business Post echó a rodar la bola. Citando a funcionarios del Banco Central, sin identificarlos, reveló que el Gobierno contempla permitir que el yüan aumente hasta 5% contra el dólar, quizás a principios de marzo.
    Oficialmente, un vocero del emisor desmintió tanto ese artículo como las versiones luego circulantes, pero aludiendo sólo a la cifra y la fecha. Simultáneamente, sueltos en Hongkong y Singapur elevaban hasta 7,5% el margen de ajuste, aunque posponiendo la aplicación algunas semanas.
    Sin embargo, analistas en Beijing, Shanghai y Guangdong estiman que el desmentido deja la puerta entreabierta, porque no aludió al mediano y al largo plazo. Observadores japoneses y taiwaneses atribuyen la presunta posposición a un error diplomático durante al reunión del Grupo de los Siete.
    En efecto, las presiones sobre Beijing para que revalúe su moneda eran más fuertes e institucionales que las ejercidas sobre Buenos Aires para arreglar con fondos buitres y acreedores privados. Técnicamente, no hace falta revaluar, sólo basta con acelerar el cronograma de ajuste periódico (una forma de crawling peg aplicada desde mediados de los 90).
    Desde 1995, el yüan ha estado virtualmente a la paridad central de 8,27 por dólar, con una variación de apenas 0,5% en ambos sentidos. En cuanto a China Business Post, el solo hecho de tocar el tema tiene especial relevancia, pues la revista aunque auspiciada por la agencia de supervisión bursátil está controlada por el gobierno central.
    Finalmente, durante 2003 el propio primer ministro, Wen Jiabao, y miembros del gabinete han reiterado que el país irá ajustando gradualmente la banda cambiaria.
    Cualquier repreciación del yüan contra el dólar no necesariamente contra el euro ni el yen japonés aliviará presiones norteamericanas para restringir exportaciones. También abaratará importaciones de acero, algodón y otros rubros e insumos.