“Pronto nadie va a usar un teléfono 2G”

    ESTRATEGIA | Empresas

    Por María Teresa Lavayén


    Charles Li Zha
    Foto: Gabriel Reig

    ZTE Corporation es un proveedor mundial de equipos de telecomunicaciones y soluciones de redes: redes celulares, redes de fibra óptica, módems 3G y redes de próxima generación. Llegó a la Argentina en 2004 y actualmente trabaja con todas las operadoras del país: Telecom/Personal, Telefónica/Movistar y Telmex/Claro.
    Con gerencia china y mitad del personal chino, uno de los grandes desafíos gerenciales es amalgamar las culturas de ambos países: la nuestra, marcadamente individualista, y la asiática, muy orientada al trabajo colectivo. El logro a satisfacción de ese objetivo es algo que la compañía exhibe con evidente orgullo.
    La empresa es un centro de capacitación permanente. De capacitación técnica, cultural y lingüística. Paralelamente a la capacitación tecnológica del personal, también ofrece clases in company de español, de inglés y de chino. El idioma que se usa diariamente dentro de la empresa es el inglés.
    Charles Li Zha es un ejecutivo treintañero que este año fue llamado a ocupar la presidencia de la compañía para la región del Cono Sur, que comprende la Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Llegó a la entrevista disculpándose por ser el último. Era una mañana de esas en que las protestas callejeras acaban con la paciencia de cualquier porteño y que los extranjeros encuentran inexplicables.

    –ZTE está en nuestro país desde hace cinco años, pero todavía la marca no es reconocida por el público. ¿Tiene proyectadas algunas actividades para generar reconocimiento de marca?
    –Desde 2004 –cuando nos instalamos en la Argentina– a 2008 vendimos productos de infraestructura. Recién en 2007 trajimos el negocio de teléfonos celulares y módems 3G para navegación en Internet a través de las redes celulares. Lanzamos la red 3G, y los módems a fin de 2007. Como esos sí son productos que llegan al consumidor, la marca comenzó a conocerse un poco más. Pero eso solo en los dos últimos años.
    Ahora ya estamos vendiendo al público productos que llevan nuestra marca. Por ejemplo, el teléfono ZTEi766 que permite ver los canales de televisión abierta en la pantalla. Ya está en el mercado desde hace varios meses y ha tenido muy buena recepción. También, con marca ZTE, tenemos módems, cámaras 3G y video monitor. De modo que de ahora en adelante la marca va a tener entidad propia en el mercado argentino.
    Como ve, nosotros avanzamos en etapas. Primero nos hicimos fuertes en tecnología, luego creamos un mercado nacional, luego salimos al mundo y adquirimos estatus de líder tecnológico. No nos importó, al principio, tener una marca reconocida por el gran público sino tener una tecnología valiosa que fuera valorada en todo el mundo, especialmente por otros fabricantes. Ahora comienza le etapa en que nos proponemos lograr también el reconocimiento de nuestra marca.
    Este año hicimos toda la infraestructura tecnológica en Hong Kong para un grupo que se llama GSL (Group Sense Limited) y allí implementamos toda la red LG Electronic con equipamiento nuestro. Esa misma experiencia la estamos trayendo acá al país.

    –La compañía tiene varios negocios aquí: de infraestructura, terminales telefónicas, productos de ancho de banda, tecnología inalámbrica 3G… ¿cuál de ellos es el más lucrativo y el más prometedor?
    –El de los teléfonos celulares. El mercado telefónico en la Argentina es el más grande de América latina, y el más maduro.

    –¿Y cómo piensan aumentar participación en el mercado?
    –En este momento tenemos 29% del mercado nacional, pero es casi todo en 2G. Donde vemos mucho potencial es en los teléfonos 3G. La gran oportunidad está en la próxima migración de 2G a 3G. Muy pronto ya nadie va a querer un teléfono que no tenga 3G. La navegación por Internet desde el teléfono ya se está convirtiendo en una necesidad.
    Allí estará nuestra gran oportunidad. En Corea y Japón, por ejemplo, nadie usa ya celulares 2G. Estamos vendiendo mucha telefonía al mercado japonés.
    En el mundo, ocupamos el puesto número 6 en proveedores de celulares y el objetivo, en cinco años más, es ser número 3. Y aquí en la Argentina ciertamente es nuestro negocio más prometedor.

    –¿Cuál es la propuesta diferente que ofrece ZTE en un mercado donde los competidores son muchos?
    –Nosotros ofrecemos alta calidad a bajo costo. Es esa relación precio-calidad la que nos permite entrar a competir y ganar participación en el mercado. Además, cuando hace falta, contamos con apoyo financiero de bancos de nuestro país. Eso nos permite financiar algunas operaciones de venta.

    –El año pasado su antecesor en el cargo predijo aquí en Buenos Aires que este sería un año excelente para la compañía porque los grandes operadores en la Argentina, Chile y Uruguay ampliarían sus redes 3G. ¿Se cumplió esa expectativa?
    –El año pasado perdimos algunas oportunidades, pero este año se nos abren muchas puertas en la Argentina, en Chile y hasta en Paraguay. Creo que este año tenemos posibilidad de asegurarnos varios contratos interesantes en la región.

    –¿Cómo se defenderán en la Argentina si el Gobierno logra aplicar su proyectado impuesto a los productos electrónicos que no son fabricados o ensamblados en Tierra del Fuego?
    –Entiendo esta regulación, aunque no me guste. Pero si eso ocurriera, todos los vendedores estaríamos en la misma situación. Somos más flexibles que otros y por lo tanto podemos buscar soluciones con más rapidez. Por ejemplo, estamos buscando un socio para un emprendimiento conjunto.

    –Ahora que ya se está cumpliendo un año de la crisis financiera internacional ¿qué balance hace de la evolución del negocio de ZTE en ese contexto?
    –No la vemos como un acontecimiento negativo. La miramos como una oportunidad. Eso es porque tenemos una herramienta muy poderosa, la que mencionaba antes: brindamos soluciones de alta calidad a bajo costo.
    En el transcurso de 2008, o sea en medio de la crisis, ZTE tramitó la inscripción de aproximadamente 12.000 patentes nacionales e internacionales, muchas de las cuales son patentes de innovación con derechos de propiedad intelectual. También contamos con fuertes socios en investigación, que incluyen a Texas Instruments, Intel, Microsoft, Agere Systems y Huahong NEC. Actualmente seguimos invirtiendo recursos para reforzar nuestra posición en tecnologías de networking, diseño de software, comunicaciones móviles, diseño de ASIC y tecnologías de transporte óptico. La crisis financiera no afectó nuestro proyecto de adentrarnos aún más en el desarrollo de nuevas tecnologías como sistemas móviles 3G, redes convergentes de voz y datos, sistema de acceso de banda ancha y redes inteligentes.

    –Cuénteme cómo hizo China para adquirir en poco tiempo su estatus de proveedor mundial de alta tecnología.
    –Vivimos grandes problemas políticos hace 30 años (evidentemente se refiere aquí a la muerte de Mao en 1976 y a las luchas políticas por la sucesión que terminaron en 1978 con el ascenso al poder de Deng Xiaoping). El país comenzó a transitar entonces el camino de la modernización. Por primera vez en mucho tiempo el país relegaba los aspectos políticos en beneficio del desarrollo (se refiere aquí a la profunda transformación económica llevada a cabo por Deng Ziaoping).
    Hubo un cambio de ideología (anteponer la economía a la política para permitir que el país crezca) que abrió el camino a reformas que permitirían mayor participación del mercado. A partir de 1978, China comenzó a participar en el crecimiento global de la región, incrementó sus exportaciones, atrajo inversión extranjera, impulsó la inversión interna y puso sus infraestructuras al servicio del desarrollo.
    Se abrió a los mercados mundiales y logró un notable éxito económico en los 30 años que median entre ese año y la actualidad, el PBI por habitante creció a un promedio de 8% anual, 200 millones de personas superaron el nivel de pobreza y China se convirtió en la segunda economía mundial. En ese período la gente se dedicó más a pensar en el desarrollo del país y a relegar a segundo plano, por primera vez en mucho tiempo, el aspecto político. El pueblo chino esperó tanto tiempo que ahora desea que el país se desarrolle, y todos trabajan mucho en pos de ese objetivo.
    –¿Cree usted que la presencia de empresas extranjeras ayudó a acelerar el avance tecnológico del país, tal vez mediante transferencia de tecnología?
    –Es posible que eso haya significado algo de ayuda, pero yo creo que cuando un país quiere desarrollarse lo principal es tener la estrategia correcta y encontrar las propias ventajas.

    –¿Y cuál es la ventaja de China?
    –El tamaño de nuestro mercado, que es enorme. Ese gran mercado puede ayudar a crecer a una compañía. Primero crecemos a escala nacional y luego estamos listos para aventurarnos en mercados internacionales. Pero lo más importante es que cuando una empresa ha crecido y es fuerte, ya puede hacer investigación por cuenta propia. Entonces, es el mercado nacional el que nos ayuda a crecer, y una vez desarrolladas, las empresas tienen recursos para investigar.
    Antes hablé de la necesidad de una estrategia correcta. Parte de la estrategia china es, por ejemplo, destinar mucho dinero a la educación. Para desarrollarnos necesitamos recursos humanos de alta calidad. Por eso muchas empresas extranjeras instalan centros de investigación en China. También el Gobierno invierte mucho en infraestructura, pues entiende que necesita rutas y ferrocarriles para asegurar la fácil circulación. Esos son algunos de los aspectos que forman la estrategia nacional de desarrollo.
    También hemos desarrollado un plan espacial muy completo y totalmente nacional.

    –¿Están ustedes implementando algún programa de RSE aquí en la Argentina?
    –Tenemos varios programas. Uno de pasantías para que estudiantes universitarios vengan a trabajar con nosotros, muchas acciones orientadas hacia el medio ambiente, un programa llamado “Green broad band” (banda ancha verde), acciones para desarrollar conciencia frente a problemas ambientales, para reducir consumo energético y también hacemos donaciones a diversas ONG. También intervenimos en un programa de reciclado de papel para el hospital Garrahan.

    –¿Qué planes tiene la compañía para el futuro en la región latinoamericana?
    –Este año queremos llegar a ocupar el tercer lugar en producción de teléfonos celulares y módems. Terceros detrás de Nokia y Samsung. En cuanto a infraestructura tecnológica, aspiramos a encontrar nuevos socios en Sudamérica para ganar en flexibilidad y escalabilidad. En la Argentina, el objetivo es armar un gran equipo con más participación de recursos humanos locales.

    Perfil de la empresa

    Fundada en 1985, la empresa tiene su sede en Shenzhen, China y es hoy el mayor proveedor de equipos de telecomunicaciones de China, con operaciones en más de 135 países, 50.000 empleados y alianzas con más de 500 operadores en todo el mundo.
    Su línea de productos cubre todos los sectores de las comunicaciones fijas, inalámbricas y de telefonía móvil.
    Cotiza con acciones públicas en las bolsas de Hong Kong y Shenzhen. Fue la única compañía china de IT y telecomunicaciones incluida en el ranking de Business Week 2005 para Information Technology; figuró en el ranking de 2006 de las mejores 20 marcas de China, también de Business Week.