Negociación y la visión estratégica


    Sergio Rocha
    Foto: Gabriel Reig

    En junio de 2009, la firma estadounidense General Motors solicitó al Gobierno argentino un préstamo de $259 millones, que fue adjudicado a través del Anses. La idea inicial había sido considerar al primer año de gracia y utilizar los tres años subsiguientes para pagar todo el capital. Es decir, que en julio de 2013 se terminaría de cancelar el total de la deuda contraída.
    “A mediados de 2010, hicimos una cancelación anticipada de 50% y hacia fines de noviembre nos reunimos nuevamente con la presidenta Cristina Fernández y concluimos el pago total”, señala el presidente y director ejecutivo de GM para la Argentina, Paraguay y Uruguay, Sergio Rocha.
    El responsable local de la marca se manifiesta satisfecho de haber cumplido con el compromiso de pago en forma adelantada y considera que el hecho ha sido un ejemplo de acuerdo positivo entre las esferas pública y privada. “En primer lugar, nos permitió soportar la producción del proyecto del modelo Agile. Luego, pudimos exportar 85.000 unidades y así el modelo productivo hizo posible el ingreso de divisas y la mejora de la balanza comercial del país. Además, desde la aprobación del préstamo hasta fines de 2010, adicionamos 1.050 nuevos puestos de trabajo. Por último, de los $600 millones en compras de partes locales, pasamos a $900 millones, que añade generación de empleo indirecto en la cadena de proveedores”.

    Desarrollo exitoso en el país
    El crecimiento de la marca durante 2010 ha sido notable, tanto en fabricación como exportaciones. Cerca de 127.000 fueron las unidades producidas versus las 82.000 del año anterior, mientras que las ventas al exterior, que en 2009 llegaron a 78.000 unidades, rompieron por primera vez en la historia de GM en la Argentina la barrera de los 100.000 vehículos y alcanzaron un poco más de 103.000 unidades. En ambos casos, fue un aumento superior a 50%. Asimismo, la generación de empleo creció más de 20% en el mismo período y cerró 2010 con 3.300 trabajadores.
    “El incremento del mercado local como el de exportaciones ha sido alto. La industria argentina, a través de su producción en todas las terminales, va a producir 700.000 unidades, o a lo mejor más, y 425.000 serán exportadas. Es decir, que es una industria en la que 60% de su producción va a la exportación. Eso significa disponibilidad de crédito y de flujo de caja en el mercado”.
    En el año de su centenario, Chevrolet presentará tres nuevos productos en Argentina: el Spark y la pick-up Montana, más otro modelo que por ahora Rocha prefiere conservar en secreto. “Tenemos un compromiso público con la Argentina, que es renovar totalmente nuestro porfolio en un plazo de tres años. Los modelos Aveo, Captiva, Agile, Cruze, nos permitieron conseguir aceptación de la marca, confiabilidad, competitividad del producto, diseños, confort, tecnología, seguridad. Gracias a esos factores vendimos más de lo que estimaban nuestros pronósticos”.

    Recuperación global
    También en el contexto internacional ha sido un año estimulante para la marca, a partir de la Oferta Pública Inicial (OPI), que permitió generar U$S 23.000 millones, la mayor capitalización en la historia de la bolsa de EE.UU. y superar la caída en el mercado, que comenzó con la crisis internacional de 2008, con un pedido oficial de bancarrota incluido. Rocha experimentó aquella etapa en la sede de Detroit y la recuerda como un aprendizaje duro pero al cabo exitoso.
    “Trabajamos muy fuerte, junto al sindicato y al gobierno local, en la reducción del costo estructural y en los costos de salud, en los planes del personal retirado. Sin duda, fue clave la ayuda financiera que recibimos del Tesoro americano, el Banco de Desarrollo del Gobierno de Ottawa y el sindicato”. De esa manera, los tres actores pasaron a ser socios, con participación accionaria, de la nueva General Motors Company, en lugar de General Motors Corporation. “Pero el motivo principal –advierte Rocha– es que no dejamos de desarrollar productos. Demoramos algunos productos, hicimos reprogramaciones, pero nunca cancelamos”.
    En consecuencia, a fines de 2009, GM lanzó en EE.UU. cinco nuevos modelos, o “cuatro más uno”, según el ejecutivo: Chevrolet Cruze, Chevrolet Equinox, GMC Terrain, Cadillac SRX (los cuatro) y Chevrolet Camaro (el más uno). “Esos cinco productos, sin excepción, empezaron a vender mucho más de lo que imaginábamos y nos indicaban que íbamos en la dirección correcta y que había una nueva visión de la GM, que era muy sencilla: diseñar, fabricar y vender los mejores vehículos del mundo. Cuando uno tiene productos el éxito es una consecuencia”.